La Audiencia Provincial de Madrid archiva un caso de denuncia falsa contra una joven que fingió el robo de su iPhone

Fingir el robo de un móvil sujeto a un seguro e intentar cobrar la indemnización puede parecer un buen plan, pero la realidad es que pese a las leyendas urbanas esta estafa prácticamente nunca sale bien. 

Ejemplo de ello es el caso que recayó sobre el abogado penalista experto en estafas, Juan Gonzalo Ospina, y del que recientemente hemos conocido la sentencia tras un largo proceso de apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid. 

Se trata de una joven que el 3 de septiembre del año 2018 interpuso una denuncia falsa asegurando que ese mismo día, durante las fiestas de San Sebastián de los Reyes, fue abordada por la espalda, y tras forcejear con quienes pretendían robarle el bolso, su Iphone, valorado en 1.300 euros, cayó al suelo aprovechando los asaltantes para huir con el móvil. 

La joven, con esa primera denuncia interpuesta y sin asesoramiento letrado, dio parte al seguro para que le restituyeran el terminal robado. La policía no acabó de encajar la versión de la chica ni la ausencia total de testigos, por lo que tras las indagaciones propias del caso llamaron a la presunta víctima para tomarle declaración como investigada por ser autora de un delito de denuncia falsa y estafa al seguro del terminal.

Llegados a este punto  la chica se asustó y decidió poner su complicada situación en manos de Ospina Abogados, considerado uno de los mejores despachos penalistas de Madrid experto en denuncias falsas, momento en el cual, en una segunda declaración ante la policía, la joven retiró la denuncia por robo y lo dejó en un simple extravío,  refiriendo “que no hubo agresión ni robo; sino que cuando fue a mirar su bolso su móvil ya no se encontraba dentro, desconociendo la forma en la que desapareció el mismo”. Igualmente se aportaron  a la investigación comunicaciones con la compañía aseguradora constatando que se había renunciando a cobrar la posible indemnización por el robo con fuerza de su terminal.

A pesar de este giro el proceso no se frenó, y la joven se enfrentaba a un juicio por simulación de delito ante el juzgado de Arganda. 

La defensa representada por Juan Gonzalo Ospina solicitó entonces varias diligencias que demostraron  que no existió estafa al seguro, ni siquiera tentativa de ella, y que las investigaciones policiales estuvieron siempre dirigidas a la averiguación de la falsedad de la denuncia interpuesta, no llegando a señalar a ningún autor del robo. Por todo ello el abogado penalista solicitó el archivo y sobreseimiento del caso, petición desestimada por el juzgado de Instrucción número 4 de Arganda que, además, procesó a la investigada por una simulación de delito o denuncia falsa. 

Pero ante esta decisión judicial Ospina Abogados ejerció un recurso de apelación alegando que no se daban los elementos penales que exige el artículo 457 del Código Penal: «Simular ser víctima de una infracción penal inexistente, que se inicien acciones procesales para averiguar sobre el delito falso, y por último el dolo, la conciencia de la falsedad», una justificación que ahora si consideró adecuada el fiscal, quien solicitó también el archivo del procedimiento, y que finalmente convenció a la Audiencia Provincial de Madrid, determinando la absolución de la joven.