El pleno del Consell ha ratificado este viernes la I Estrategia Valenciana contra las Violencias Sexuales, con la que pretende dotarse de un instrumento trasversal que permita erradicar este tipo de agresiones, atender a las mujeres supervivientes y establecer mecanismos de prevención. Es el primer documento de estas características en la Comunitat e incluye 183 medidas autonómicas.
«Las violencias sexuales son un problema social global de primer orden, arraigado en un sistema sociocultural patriarcal y machista que opera a través del poder, el sometimiento y el control de sus cuerpos, sexualidad y vida», ha recordado la vicepresidenta y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, en su comparecencia semanal como portavoz de gobierno.
La estrategia es fruto de un grupo de trabajo de la comisión de seguimiento del pacto valenciano contra la violencia machista, junto con aportaciones de entidades sociales especializadas en el ámbito de las violencias sexuales y de todas las consellerias dentro de sus competencias.
En concreto, cuenta con tres ejes que se estructuran en diez ámbitos, 53 objetivos y 183 medidas con las que se pretende unir esfuerzos, coordinar y reforzar las estructuras existentes de atención integral a la víctima, además de activar mecanismos de prevención, detección y derivación al recurso asistencial adecuado.
El 60,5% de las mujeres de entre 16 y 24 años afirman haber sufrido algún tipo de agresión sexual, mientras que el 81,2% de las violaciones se producen por hombres que la víctima conoce, según la última macroencuesta de violencia contra la mujer, de 2019, realizada por la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género.
Ante estas cifras, la estrategia pretende trabajar con las mujeres víctimas de las violencias sexuales para que devengan supervivientes, a través de medidas de intervención, acompañamiento y recuperación, en casos de las diferentes manifestaciones de violencias sexuales, como el acoso, los abusos y las agresiones sexuales, la mutilación genital femenina o la explotación sexual.
Incluye el desarrollo de un programa de atención e itinerarios de acompañamiento y alternativa sociolaboral y residencial para mujeres prostituidas. Esto se suma a la puesta en marcha, a través de la renta valenciana de inclusión, de una prestación para las mujeres que se comprometan a un itinerario de inclusión social que incluya salir de la prostitución.
EDUCACIÓN AFECTIVO-SEXUAL OBLIGATORIA DESDE 6 AÑOS
También hay medidas de información, sensibilización y prevención para tratar las violencias sexuales como una problemática estructural y social, donde la educación constituye una herramienta esencial para deconstruir y atacar las actitudes que la fomentan.
Bajo este prisma, una de las medidas es introducir la educación afectivo-sexual obligatoria en el currículum de todas las etapas educativas, a partir de los seis años. La Conselleria de Educación trabajará en la implantación de esta asignatura y en la elaboración de sus materiales, ha avanzado la vicepresidenta.
En materia de prevención, la estrategia aborda la necesidad de trabajar en medidas educativas y de sensibilización en el ámbito de la educación no formal y en otros como el sociolaboral, el afectivo, el laboral o el espacio público.
La investigación, la formación y la detección serán otros de los aspectos que se trabajen para disponer de datos, instrumentos y profesionales capacitadas para identificar y detectar los signos de alarma.
OLTRA NIEGA FALTA DE CONSENSO
En la rueda de prensa, preguntada por las divergencias de entidades y partidos en la elaboración de la estrategia, Oltra ha destacado que en la reunión preparatoria de este miércoles participaron telemáticamente representantes de 54 entidades entre las 65 que componen el pacto.
«¿Si no vienen a las reuniones, cómo vamos a conseguir el consenso? (…) No tengo una güija para crear el consenso», ha añadido en relación a las críticas de la oposición, dejando claro que «quien calla, otorga».
La vicepresidenta también ha explicado que la estrategia se ha presentado como habitualmente en el pleno del Consell, al igual que las de migraciones o el pueblo gitano, y ha habido un asentimiento general con lo que se ha dado por aceptada.
Lo importante, a su juicio, es que es la primera vez que el gobierno valenciano implanta esta herramienta para acabar con «los aterradores porcentajes de mujeres que han sufrido algún tipo de violencia». Ha confiado en que permitirá dar respuesta a esta «necesidad social», actualizar indicadores para mejorar la protección y caminar hacia «un cambio de paradigma alejado de esquemas patriarcales y machistas».