El PSOE tiene una gran preocupación por el precio de la electricidad. No solo porque la factura de la luz en los hogares españoles haya crecido considerablemente, sino porque la industria española corre un serio riesgo de volverse menos competitiva con una factura a alza. Con todo esto, el Gobierno solo tiene dos herramientas para intentar rebajar el precio: la primera, bajar el IVA de la electricidad (cosa que ya ha planteado mediante un nuevo decreto escondido entre otros dos), y la segunda, abriendo nuevas centrales que permitan generar más electricidad. Quizá por eso el PSOE ha concedido una subvención de 840.000 euros al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para cátedras en materia de seguridad nuclear y protección radiológica.
Si hay algo que está claro es que las centrales nucleares ofrecen una energía «barata». El problema de este tipo de instalaciones es que, mal llevadas, pueden ser un riesgo tremendo para la seguridad del país y para el medio ambiente. Quizá por eso el PSOE se plantea que el futuro de esa Agenda 2030 tendrá que renunciar a tanto verde y asumir que las centrales nucleares aún representarán un papel fundamental para controlar el precio de la luz y la capacidad nacional para generar energía siempre que cuenten con los protocolos de seguridad apropiados. Lo difícil para el Ejecutivo será prolongar la vida de unas centrales que, por un acuerdo con las energéticas, empezarán a cerrar entre 2027 y 2028. La competitividad del país y el bolsillo de los españoles está en juego, pues la dependencia del gas ha hecho que el precio de la luz esté por las nubes sin que el Ejecutivo no tenga absolutamente nada que hacer. Quizás por eso esta subvención concedida este mes por el Ministerio de Transición Ecológica de Teresa Ribera busca nuevas cátedras que apuesten por la seguridad nuclear y la protección radiológica.
No es casual que el ministerio se haya preocupado por hacer más seguras las centrales nucleares en un contexto en el que la luz no deja de subir mes a mes. El Gobierno teme no solo que esto le vaya a hacer perder votos, sino que las empresas españoles pierdan capacidad competitiva. Hay industrias, como la siderúrgica, que dependen mucho del coste de la energía para poder ser más o menos competitivos. Y todo esto deja entrever que esa agenda 2030 igual tiene que renunciar de momento a algún que otro arcoiris para hacer sostenible el futuro energético.
El Gobierno ha aprobado «la concesión de subvenciones a universidades españolas para la financiación de cátedras en materia de seguridad nuclear y protección radiológica». «El CSN mantiene una intensa colaboración con las universidades españolas, y considera fundamental promover que las universidades sean capaces de incentivar la formación de técnicos altamente cualificados en seguridad nuclear y protección radiológica a través de sus propios planes de estudios, cursos de especialización y participación activa en proyectos de investigación afines» detallan en el documento al que ha tenido acceso MONCLOA.com.
la luz ha tocado techo y se ha situado en una media de 106,57 euros por megavatio
Ese «incentivar la formación de técnicos altamente cualificados en seguridad nuclear» deja claro que el Gobierno no tiene ninguna intención de prescindir, como mínimo, de esas centrales nucleares que ofrecen la energía más barata. El problema es que el PSOE afronta una crisis moral motivada porque en su agenda 2030 no se contemplaba ni una sola central nuclear y ahora se ve obligado a contemplar como posibilidad el prolongar la vida de las centrales que colaboren con el horizonte de abaratar (o como mínimo contener) el precio de la electricidad en España. Por el momento, este martes el precio de la luz ha tocado techo y se ha situado en una media de 106,57 euros por megavatio.
Que sea el Ministerio de Transición Ecológica el que nutra al CSN para motivar doctorados sobre la seguridad nuclear y la protección radiológica no deja de ser contradictorio para el PSOE. Hay muchas áreas del partido que no ven con buenos ojos la idea de prolongar la vida de las centrales nucleares ya existentes, pero el problema no está tanto dentro del partido sino en los socios de Gobierno que no contemplan la posibilidad de retrasar la vida de estas centrales nucleares bajo ningún concepto más allá de 2027.
El Gobierno no tiene margen de maniobra y sabe que el tener una luz barata es básico para todo. Más aún si se tiene en cuenta que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha emprendido una cruzada contra los coches diésel y gasolina y en favor de los eléctricos. Son 840.000 euros que buscan nuevas ideas para hacer las centrales nucleares más seguras. El único (y no por ello menos importante) «pero» de las centrales de este tipo es la seguridad. Si se hacen sin riesgo, el PSOE podría respirar algo más tranquilo por el precio de la electricidad.
«La presente convocatoria se centra en la financiación de las cátedras de las universidades españolas en materia de seguridad nuclear y protección radiológica, mediante ayudas para incrementar la oferta de actividades en diferentes campos del conocimiento, tanto para el alumnado como para el profesorado, a fin de garantizar la continuidad en la investigación como fundamento esencial de la docencia y como herramienta primordial para el desarrollo social a través de la transferencia de sus resultados a la sociedad», detallan.