La Eztzaintza cree que es «más fácil actuar si se restringe la movilidad nocturna»

El director de la Ertzaintza, Rodrigo Gartzia, afirma que es «más fácil actuar si se restringe la movilidad nocturna» pero cree que la policía tiene «medios suficientes» para actuar ante aglomeraciones, mientras que insiste en la importancia de la prevención para evitar botellones.

En una entrevista al diario El Correo, Gartzia se refiere a la labor de la policía en el cumplimiento de las medidas restrictivas establecidas para frenar el coronavirus.

En relación a si es posible evitar los botellones, asegura que «hay que incidir en la prevención». «Pero yo no haría sangre porque parece que toda la culpa es del botellón y de los jóvenes que hacen quedadas, no necesariamente para beber, sino que están en la calle e interactúan en parques, playas», ha indicado Gartzia, que hace un llamamiento a ese esfuerzo colectivo y también individual, «pero no sólo de los jóvenes».

Ante críticas de algunos alcaldes de que se les encomiende la labor de evitar botellones, precisa que se les reclamó su colaboración para delimitar aquellos espacios que no se han de utilizar porque son susceptibles de aglomeraciones.

«O sea, impedir su paso con señalización en parques, playas, malecones, paseos marítimos… Para atender incidentes, si la Policía Municipal está desplegada, lo hace ella. Y si no, la Ertzaintza. Estamos perfectamente coordinados. La inmensa mayoría de policías locales ha suscrito un convenio marco con las funciones claramente delimitadas», añade.

Respecto a si la policía puede evitar que un ciudadano esté en la calle reunido por la noche sin haber un toque de queda, afirma que, «evidentemente es más fácil actuar si se puede restringir la movilidad nocturna e incluso determinar el confinamiento perimetral, tanto local como autonómico».

«Igual lo que no se puede es prohibir, pero sí determinar que no se ha de estar en ese horario en esos espacios. Esa es la indicación de la autoridad y los agentes la van a hacer cumplir. Pero no lo asimilemos solo al botellón. Ese mismo problema se puede dar en domicilios, lonjas, txokos… Y ahí no lo vemos, no podemos actuar en todo. Las medidas se ponen porque son necesarias, tenemos que cumplirlas sin necesidad de que alguien tenga que recordárnoslas. No comprometamos el curso que viene también», añade.

MEDIOS SUFICIENTES

Ante las agresiones a policías que disolvían aglomeraciones y preguntado por si hay suficientes medios, asegura que medios tienen «los suficientes», pero hay que tener en cuenta las circunstancias que se encuentran.

A su juicio, desde el inicio de la pandemia la Policía vasca ha cumplido «perfectamente» con la labor que tenía encomendada, y, si no se hubiese actuado, se estaría «en una situación de la pandemia mucho peor».

Rodrigo precisa que, en estos momentos, de la plantilla autorizada, que son 8.000, tienen 7.100 y tienen que gestionar esos efectivos y priorizar los servicios. Según indica, deben colaborar también con las policías locales y actuar «con proporcionalidad».

«Primero, se informa por megafonía y con los rotativos. La mayoría de las veces se marchan y punto. En el caso de que permanezcan, se advierte de que están incumpliendo una orden de un agente de la autoridad. Y eso, hay que recordar, que sigue estando en vigor, por muchas sentencias que haya habido. Entonces, se interpondrá una denuncia que tendrá su recorrido administrativo. Y si esa desobediencia se convierte en una obstrucción a la labor policial o una resistencia, ahí vienen las detenciones», asegura.

Rodrigo Gartzia recuerda que, en la primera época de la pandemia se interpusieron poco más de 20.000 denuncias con 2,2 millones de habitantes en el País Vasco, por lo que «no fueron tantas». Añade que, desde mayo de este año, ya cesado el estado de alarma, llevan 2.665 y el fin de semana pasado fueron 146, principalmente por incumplimiento del uso de la mascarilla (36) y por reuniones multitudinarias en las que además añadía el consumo de alcohol en vía pública, 96.

Ante la sentencia del Constitucional que tumbó el estado de alarma y deja miles de multas en el aire, afirma que los policías hicieron lo que «tenían que hacer» y las sanciones que se interpusieron «están bien incoadas». «Lo que no ha cuestionado el Constitucional en ningún caso es el contenido material de las medidas adoptadas. Es más una cuestión de forma jurídica que de fondo», asegura.

El director de la Ertzaintza precisa que, tras la sentencia del TS, paralizaron la tramitación de los expedientes que estaban en curso del primer período de alarma y precisa que son 10.000 las que se han paralizado.

Rodrigo Gartzia se muestra de acuerdo con las palabras del presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Iñaki Subijana, que hablaba de la necesidad de una «mayor seguridad jurídica y una mayor clarificación».

Por último, sobre las diferentes interpretaciones de un norma por parte de los jueces, afirma que, como ciudadano, no es deseable que haya «pronunciamientos distintos en distintas comunidades sobre la misma cosa».