Amnistía Internacional exige al Gobierno que tome medidas para acoger a los migrantes que lleguen a Canarias

Amnistía Internacional exige a las autoridades españolas que tomen medidas para impedir que Canarias se convierta en «otra frontera europea sin derechos para las personas migrantes y refugiadas» y para que no se produzca otro «desastre» como el del muelle de Arguineguín, ante el posible incremento de llegadas de pateras en verano.

«Dado que es probable que el número de personas que buscan seguridad y huyen de la pobreza aumente en el periodo de verano, instamos a las autoridades a poner fin a cualquier política de contención arbitraria, injusta e innecesaria», pide la investigadora y responsable de Política Interior en Amnistía Internacional España, Virginia Álvarez.

Asimismo, reclaman a las autoridades españolas que tomen medidas para anticiparse y preparar unas condiciones de acogida «dignas» y el acceso a procedimientos de protección internacional.

Según precisa, aunque tanto el gobierno central como el canario llevaron a cabo en 2020 algunas medidas, como el denominado Plan Canarias, para dotar a las islas con macrocampamentos de acogida de emergencia, advierten de que «el caos, la falta de previsión y de coordinación» ha impactado en la vida de las miles de personas migrantes que llegaron a Canarias.

Por ello, subrayan que el Gobierno no puede esperar a que la situación de estas personas «se deteriore al extremo» y debe «impedir que se repitan las espeluznantes escenas que se han presenciado de personas retenidas en condiciones inadecuadas en las islas, sin acceso a derechos como el de información o asistencia letrada».

«Pedimos al Gobierno que facilite el acceso a procedimientos de asilo, e identifique a las personas vulnerables facilitando el traslado a la Península para su asistencia y protección», añade la responsable de Política Interior en Amnistía Internacional España.

2.000 MUJERES Y HOMBRES HACINADOS

En concreto, la organización advierte de que «no puede producirse otro desastre como el del muelle de Arguineguín, donde el año pasado permanecieron, hacinadas y sin apenas poder mantener las medidas de distancia social en plena crisis pandémica provocada por la COVID-19, más de 2.000 hombres, mujeres y adolescentes».

«Llegué justo en el momento de la crisis de Arguineguín, y el muelle estaba desbordado. Había muchísima gente. Fue difícil», asegura Cheikh, maliense de 33 años que se aloja ahora en el Hostal Atlas, una asociación que ha dado acogida a algunas personas migrantes ante las llegadas masivas del pasado año.

Para que esto no vuelva a suceder, AI recuerda que es necesario que se preparen los dispositivos de alojamiento adecuados, también para aquellas personas que deban hacer cuarentena. En ese sentido, la ONG recuerda «con horror» la situación en la que se encontraban «cientos de personas que hacían cuarentena en la denominada nave del queso en Fuerteventura, donde hombres, mujeres, niños y niñas permanecían hacinados».

La organización habló con las personas a través de las ventanas y accedió a fotos en las que se veían «multitud de literas militares distribuidas en una gran nave diáfana separadas sólo por sábanas», así como «imágenes de baños químicos al lado de colchones por los suelos». La nave fue clausurada poco después de la denuncia pública de AI.

TESTIMONIOS DE 70 MIGRANTES

La ONG llevó a cabo una investigación sobre terreno en abril, recogió testimonios de 70 personas migrantes y refugiadas y ha estado dando seguimiento a la situación de Canarias desde el incremento de llegadas desde el pasado mes de julio de 2020; y teme que las islas puedan convertirse en «otro fallo del modelo de acogida» como en Grecia e Italia.

Además, Amnistía Internacional tiene «serias dudas» de que las autoridades estén cumpliendo con su obligación de asegurar el acceso a protección internacional con todas las garantías a las personas que llegan a sus costas, así como que se esté garantizando el derecho de información y asistencia letrada de calidad.

Según la organización, hay casos en los que después de manifestar la voluntad de pedir asilo han tenido que esperar más de 8 meses para tener dicha entrevista. También dice haber recibido denuncias en relación a «dobles listados», un sistema de diferente citación según el origen nacional del solicitante.

VÍCTIMAS DE TRATA O PERSONAS LGTBI

En su investigación, AI también ha detectado dificultades en la identificación y derivación de solicitantes de asilo con algún tipo de vulnerabilidad, como pueden ser las mujeres posibles víctimas de trata, las personas con discapacidad o las personas LGBTI.

Por otro lado, considera que «la falta de directrices más claras o la propia vaguedad del concepto de ‘vulnerabilidad’ utilizada por el Ministerio de Inclusión pone en riesgo la adecuada identificación de vulnerabilidades de todo tipo».

Amnistía Internacional también manifiesta su preocupación por la situación de los menores no acompañados, «muchos de los cuales sufren estrés post-traumático». Según precisa, «el caos de la acogida, junto a la falta de personal capacitado para realizar una adecuada identificación con procedimientos ágiles y adecuados, facilitó que menores solos no desvelasen su edad por miedo o falta de información».

Igualmente, denuncia la «lentitud» de los procesos de determinación de la edad o de la documentación de los menores, que deja a éstos en una situación de «limbo administrativo o directamente de desprotección una vez que alcanzaban la mayoría de edad».