Cataluña prevé alcanzar el pico en UCI a principios de agosto con 700 ingresados

El conseller de Salud de la Generalitat, Josep Maria Argimon, ha previsto que Cataluña alcanzará el pico de pacientes ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de la quinta ola de la pandemia de Covid-19 a principios de agosto con 700 pacientes críticos.

En comisión parlamentaria este miércoles, ha aclarado que la situación epidemiológica «no es más favorable» tras superar el pico de contagios y ha abogado por esperar a ver cómo será la afectación asistencial en las próximas semanas.

Sobre la dimensión de la quinta ola de la pandemia, Argimon ha atribuido su impacto al levantamiento de medidas restrictivas, a la expansión de la variante Delta, al incremento de la interacción social y a un cambio en la percepción de la ciudadanía sobre la pandemia.

Respecto a la resolución del Servei Català de la Salut (CatSalut) que estipula que ambulatorios y hospitales reserven toda la capacidad para «actividad urgente, emergente y clínicamente inaplazable» en todos los niveles asistenciales, ha defendido que se trata del mismo recurso que el departamento utilizó en la primera y segunda olas.

También ha reivindicado las restricciones impulsadas para el control de la quinta ola –entre las que se incluye el toque de queda y el cierre de cualquier actividad a las 00.30 horas, entre otros–, los cribados a territorios y colectivos concretos y el cambio de protocolos en residencias.

PROFESIONALES

Argimon ha pedido a los grupos trabajar en el próximo presupuesto del departamento, que considera «clave» para recuperar las condiciones laborales de los profesionales del sistema sanitario catalán y, muy principalmente, en la atención primaria, ha dicho.

De hecho, el conseller ha asegurado que este será el primer paso para una transformación del sistema, que irá dirigido a reforzar los centros con más personal, por lo que tendrán que conseguir, en sus palabras, retener al talento.

«Si no lo consigo, difícilmente haremos otras transformaciones. Cogeré la puerta y me iré», ha insistido Argimon, que ha abogado por cuidar a los profesionales sanitarios.

GRUPOS

Sobre el cambio de percepción de la pandemia, la diputada Assumpta Escarp ha asegurado desde la bancada socialista que las acciones del Govern «no acercan las dos realidades», en referencia a la de los centros sanitarios y a la de la calle.

La diputada de la CUP Laia Estrada ha acusado a la Conselleria de Salud de cometer «errores incomprensibles» en esta quinta ola como una desescalada acelerada que, a su parecer, se han juntado con carencias estructurales graves del sistema sanitario, ha dicho literalmente.

El diputado de los comuns David Cid ha pedido que se retire la resolución del CatSalut que reserva la capacidad asistencial para actividad urgente y ha defendido que ha habido cosas que sí que se podían prever en esta ola porque la situación de la atención primaria es «crónica».

Desde Junts, el diputado Jordi Fàbrega ha reivindicado que es muy difícil hacer previsiones con esta pandemia: «Éramos conscientes que la desescalada provocaría un aumento de contagios, todos pensábamos que sería asumible y, quien diga lo contrario, miente».

El diputado de ERC Juli Fernàndez ha pedido una revisión del Plan de fortalecimiento de la atención primaria y la elaboración de un Plan de recuperación de la actividad para hacer frente a las listas de espera que crecerán fruto del «infradiagnóstico».

La diputada del PP Lorena Roldán ha abogado por movilizar recursos de la sanidad privada y ha atribuido el cambio de percepción social a que el Govern ha permitido que se celebren grandes eventos: «Evidentemente la gente se confía», ha incidido.

La diputada de Cs Anna Grau ha reclamado «no reventar la colaboración público privada y, desde Vox, la diputada María Elisa García ha lamentado el colapso en hospitales y ambulatorios que, según ella, disponen de menos personal sanitario por vacaciones y bajas.