Cantabria creará una Red de Centros de Interpretación del Patrimonio Natural

El Gobierno de Cantabria creará, a través de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, la Red de Centros de Interpretación del Patrimonio Natural de Cantabria.

El objetivo es articular un único programa de interpretación en la comunidad autónoma que cuente con un sistema homogéneo de gestión y de calendarios y horarios de apertura, que permita reforzar el papel «referente» que desempeñan las instalaciones de información, sensibilización y educación ambiental.

Estará integrada por los seis centros de interpretación que están ubicados en el interior de espacios naturales protegidos o en sus inmediaciones: Monte Hijedo, Fontibre, Corconte y los de los parques naturales Saja-Besaya, Collados del Asón y Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, así como los dos vinculados directamente al uso de los recursos naturales: La Piedra en Seco y Los Caminos de La Harina.

Todos ellos son gestionados por el Gobierno, a través del Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA) o del programa Naturea de la Red Cántabra de Desarrollo Rural, si bien hasta ahora se hacía mediante distintas fórmulas de gestión que se unificarán, con el fin de lograr una integración de objetivos y actuaciones, «primando sinergias y evitando solapamientos e ineficiencias».

Así lo ha anunciado este martes el consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco, durante la reunión del Consejo Rector del CIMA, en la que ha informado por videoconferencia a sus miembros de la gestión realizada por su departamento en esta legislatura en los centros de interpretación de Cantabria.

También ha dado cuenta de otras actuaciones y medidas llevadas a cabo por el CIMA para «reorientar y optimizar» su trabajo en aras de contar en la región con una herramienta «útil y eficaz» hasta el punto de convertirse -ha dicho- en «un organismo indispensable para la mejora del medio ambiente que promueva la sostenibilidad del presente y el futuro de Cantabria».

Según ha explicado, con el nuevo modelo la atención al público y las labores ordinarias de mantenimiento de los centros dependientes de la Consejería se gestionarán con un único contrato de servicios, cuya licitación pública se realizará en las próximas semanas.

Blanco también ha destacado la apuesta del Gobierno regional por la labor «esencial» del CIMA al llevar a cabo el seguimiento y control de la calidad ambiental de Cantabria y su aportación en materia de prevención y control de la contaminación, autorizaciones ambientales y gestión de la biodiversidad.

«Entendemos que con este paso el CIMA se consolida y se afianza en aquellas competencias y funciones que justificaron su creación», ha subrayado.

El organismo autónomo, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, verá reforzada su integración «aún más» en las actuaciones en materia de desarrollo rural, patrimonio natural, biodiversidad y medio ambiente, especialmente en el impulso de la economía circular, la bioeconomía, la lucha contra el cambio climático y el despoblamiento.

De esta manera, prestará atención específica a campañas en materia de prevención de incendios forestales; lucha contra las especies exóticas invasoras; divulgación de la importancia del sector primario en la lucha contra el despoblamiento; la lucha contra el cambio climático en los ámbitos educativos y domésticos; la bioeconomía; el reciclaje, y el consumo de proximidad, en coordinación con las diferentes direcciones generales de la Consejería y la empresa pública MARE.

Por otro lado, las actividades del CIMA en materia de información ambiental se alinearán con los objetivos prioritarios de la Consejería a través del Programa de Voluntariado y Educación Ambiental (PROVOCA), las actividades del Centro de Documentación y Recursos para la Educación Ambiental (CEDREAC) y de la Red Local de Sostenibilidad, entre otros.

También apoyarán al nuevo Consejo Asesor de Cambio Climático y Medio Ambiente, que supondrá la refundación del anterior Consejo Asesor de Medio Ambiente con un mayor componente técnico.