Un impuesto a Ayuso: así quiere el PSOE cuadrar sus cuentas a nivel nacional

Cuando lo dijo Ximo Puig, parecía ciencia ficción. Nadie se lo tomó en serio y nadie se creyó que un ministro con «dos dedos de frente», como le califican desde el Partido Popular, como es José Luis Escrivá se haya sumado a las consideraciones del presidente de la Comunidad Valenciana ha roto las expectativas del PP. Imponer impuestos a Madrid solo por ser la capital y por tener mayores rentas inscritas parece una locura, pero hasta la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ve con buenos ojos que se imponga una tasa a Madrid para que se reparta después entre el resto de las comunidades autónomas. Una especie de impuesto solidario que ha pedido Ximo y que desde el PP entienden que está muy cargado de tintes políticos y de la estrategia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por medirse y atacar a quien le ha desbancado de la cabeza en la encuestas.

«tiene mucho recorrido»

Parece una locura, pero no lo es. El ministro Escrivá se ha sumado a esas palabras de Ximo en las que pedía que Madrid «compensara» al resto de comunidades por tener más renta que el resto. El impuesto sería exclusivamente para Madrid por ser la capital y por tener unas condiciones fiscales más atractivas para las rentas altas. Este es el resumen. Para Escrivá, esta medida «tiene mucho recorrido» porque básicamente recaudarían más dinero para las arcas públicas. Que se premie a Cataluña o al País Vasco constantemente poco les ha importado a la hora de decir que es necesario que Madrid «compense» al resto de autonomías. «No vale que haya territorios que opten legítimamente por bajar los impuestos y a continuación pidan dinero al Gobierno de España, eso no se sostiene», ha comentado el ministro socialista.

En la Comunidad de Madrid esta decisión del Gobierno central se ve como un ataque directo a la presidenta de la autonomía. Se explican que Sánchez quiera hacerlo y que se haya sumado a las «delirantes» consideraciones de la Comunidad Valenciana porque Ayuso es el némesis del presidente. Desde que ella entró con fuerza en el plano político, Sánchez se ha hundido en las encuestas. No es una autonomía en la que el PSOE tenga la más mínima posibilidad de obtener buenos resultados electorales y Sánchez parece querer «castigar» a los votantes populares con una tasa para regalar ese dinero a otras comunidades autónomas. Entre ellas, Cataluña y el País Vasco.

Para la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, este gesto es una evidente muestra de «madrileñofobia fiscal». Para el PP, esta estrategia del Gobierno central esconde mucho más que un mero intento de cuadrar las cuentas a costa de las altas rentas de la capital. Sánchez quiere castigar a Madrid y lo hace porque, primero, no tiene una potencial masa de votantes en este territorio y, segundo, porque la presidenta de la Comunidad de Madrid se ha convertido en su verdadera rival en sustitución de un Pablo Casado algo ausente.

Las palabras del titular de Seguridad Social y Migraciones se suman a las de las pensiones. El Gobierno ha reconocido en boca de su ministro que las cuentas no cuadran y que el sistema de pensiones no es sostenible tal y como está planteado actualmente. Que a estas declaraciones en las que se hablaba de una subida de impuestos para las rentas altas así como un descenso en las pensiones de los que se jubilarán en los próximos años a corto plazo deja claro que el PSOE tiene que cuadrar las cuentas. Y lo quiere hacer también a costa de penalizar a la presidenta de la Comunidad de Madrid.

El propio alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, se ha metido de lleno en la polémica tras las palabras de Escrivá y ha dejado claro que no está de acuerdo con las pretensiones del PSOE en Madrid. «Prefieren empeorar Madrid que mejorar España», ha asegurado.

«Madrid le dio a Pedro Sánchez un revolcón electoral y ahora Sánchez, por venganza, les quiere hacer daño con impuestos. Es como cuando en las pelis el malo ya en el suelo, malherido y humillado, le tira arena en los ojos por la espalda y a traición al campeón. Madrileñofobia», ha asegurado el Partido Popular. «Sánchez gasta como un ludópata y maltrata a Madrid en favor de Cataluña y Valencia», han insistido.

Este «impuesto a Ayuso» ha indignado incluso al propio Casado. «Sánchez pretende tapar su fracaso atacando a las CCAA del PP. Cuando lleguemos al Gobierno bajaremos impuestos y burocracia, reduciremos los ministerios a la mitad y mejoraremos la financiación autonómica. La libertad y la prosperidad no están en venta» ha asegurado el presidente popular.

ATAQUE FRONTAL A MADRID

La reunión ha sido básicamente una serie de reproches en tándem entre Escrivá y Ximo Puig a Ayuso, además de varias críticas para escenificar «lo malo» que es Madrid por no querer aceptar e implantar algunas medidas sociales. Los ataques han venido por tierra, mar y aire y a nadie le ha sorprendido, pero sí que no han venido a cuento.

Según el ministro, Madrid ni siquiera quiere comulgar con el PSOE con medidas como el ingreso mínimo vital. Al parecer, según las explicaciones del ministro de Seguridad Social, Ayuso no lo ha solicitado «porque no están dispuestos a completar el Ingreso Mínimo con recursos propios. Han mostrado poco interés en las políticas sociales». «De hecho, se han ahorrado 75 millones y llegarán a los 150 millones este año gracias a la puesta en marcha de este ingreso. No tenían intención de gestionarlo, como tampoco las becas de comedor con el argumento espúreo de que no les dábamos los datos de los beneficiarios. Consejeros de Educación de otras comunidades le han dicho que hay varias vías para acceder a ellos y extender las becas a los más vulnerables. El problema no es de recursos económicos, igual es otro», ha asegurado el titular de Seguridad Social.