El Gobierno propone a las comunidades autónomas que la etapa de Educación Primaria promueva en todas sus áreas la igualdad de género, la educación para la paz, la educación para el consumo responsable y el desarrollo sostenible y la educación para la salud, incluida la afectivo-sexual.
Así consta en el borrador del proyecto de real decreto, y por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria, que abarca tres ciclos de dos años académicos cada uno, que cursan los alumnos de 6 a 12 años.
El documento ha sido remitido en los últimos días desde el Ministerio de Educación y Formación Profesional a las distintas consejerías del ramo para su estudio, posterior debate y aprobación, por lo que está sujeto a modificaciones.
Así, el borrador establece que, desde todas la áreas, «se pondrá especial atención a la orientación, la educación emocional y en valores y a la potenciación del aprendizaje significativo que promueva la autonomía y la reflexión».
En esta fase de educación obligatoria, el Ejecutivo apuesta por poner «especial énfasis» en garantizar la inclusión educativa; en la atención personalizada al alumnado y a sus necesidades de aprendizaje, participación y convivencia; en la prevención de las dificultades de aprendizaje y en la puesta en práctica de mecanismos de refuerzo y flexibilización, alternativas metodológicas u otras medidas adecuadas tan pronto como se detecten cualquiera de estas situaciones.
ESFUERZO Y RESPONSABILIDAD EN EL ESTUDIO
En relación con los objetivos esta etapa educativa, en el borrador destacan conocer y apreciar los valores y las normas de convivencia; desarrollar hábitos de trabajo individual y de equipo, de esfuerzo y de responsabilidad en el estudio; y adquirir habilidades para la resolución pacífica de conflictos y la prevención de la violencia, entre otros.
Conocer, comprender y respetar las diferentes culturas y las diferencias entre las personas, la igualdad de derechos y oportunidades de hombres y mujeres y la no discriminación de personas por motivos de etnia, orientación o identidad sexual, religión o creencias, discapacidad u otras condiciones, es otro de los objetivos destacados en el texto.
Respecto a las distintas áreas de la Educación Primaria que se imparten en todos los ciclos, el borrador detalla que son: Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural, que se podrá desdoblar en Ciencias de la Naturaleza y Ciencias Sociales; Educación Artística, que se podrá desdoblar en Educación Plástica y Visual, por una parte, y Música y Danza, por otra; Educación Física; Lengua Castellana y Literatura y, si la hubiere, Lengua cooficial y Literatura; Lengua Extranjera; y Matemáticas. A las áreas antes mencionadas, se añadirá en alguno de los cursos del tercer ciclo la Educación en Valores Cívicos y Éticos.
El documento también se refiere a la evaluación de los estudiantes, que será «continua y global y tendrá en cuenta su progreso en el conjunto de los procesos de aprendizaje». Además, fija que cuando el progreso de un alumno no sea el adecuado, se establecerán «medidas de refuerzo educativo», que deberán adoptarse «tan pronto como se detecten las dificultades» y estarán dirigidas a garantizar la adquisición de los aprendizajes imprescindibles para continuar el proceso educativo.
Al final de cada ciclo, el equipo docente adoptará las decisiones correspondientes sobre la promoción del alumnado de manera colegiada, tomando especialmente en consideración la información y el criterio del tutor o la tutora. Solo se podrá repetir una vez durante la etapa y con carácter excepcional.
En las actas de evaluación de los alumnos, los resultados se expresarán en la Educación Básica en los términos Insuficiente (IN) para las calificaciones negativas; y Suficiente (SU), Bien (BI), Notable (NT) o Sobresaliente (SB) para las positivas.
La Disposición final primera establece el calendario de implantación de las modificaciones introducidas en el currículo, la organización y los objetivos de la Educación Primaria, que llegarán a los cursos 1º, 3º y 5º de Primaria en el curso escolar 2022-2023, y para los cursos 2º, 4º y 6º en el curso 2023-2024.
LA NUEVA ASIGNATURA DE MATEMÁTICAS
La nueva asignatura de Matemáticas en la Educación Primaria es una de las materias que más revuelo ha suscitado, al incorporar la gestión emocional entre los saberes básicos. El Ministerio de Educación explica que los saberes básicos se estructuran en seis sentidos en torno al concepto de ‘sentido matemático’ e integran un conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes diseñados de acuerdo con el desarrollo evolutivo del alumnado.
El documento apunta que el ‘sentido socioemocional’ integra «conocimientos, destrezas y actitudes esenciales para entender las emociones». «Manejar correctamente estas habilidades mejora el rendimiento del alumnado en matemáticas, combate actitudes negativas hacia ellas, contribuye a erradicar ideas preconcebidas relacionadas con el género o el mito del talento innato indispensable y promueve un aprendizaje activo. Para reforzar este fin, resultará esencial dar a conocer al alumnado las contribuciones de las mujeres a las matemáticas a lo largo de la historia», sostiene el Ejecutivo.
A este respecto, el PP, Ciudadanos y Vox han coincidido en cargar contra la propuesta del Gobierno de otorgarle un sentido emocional y de género a la asignatura de matemáticas en Primaria, con calificativos como «bobada» y «tomadura de pelo».
DIVERSIDAD LINGÜÍSTICA Y DIALECTAL
Respecto a la asignatura de Lengua Castellana y Literatura, la primera de las competencias específicas se orienta al reconocimiento de la diversidad lingüística y dialectal del entorno y de España, «para favorecer actitudes de aprecio hacia la diversidad étnica y cultural, combatir prejuicios y estereotipos lingüísticos e iniciarse en la reflexión entre distintas lenguas, incluidas las lenguas de signos».
Un segundo grupo de competencias se relacionan con la producción, comprensión e interacción oral y escrita, incorporando las formas de comunicación mediadas por la tecnología y atendiendo al ámbito personal, educativo y social; y la alfabetización informacional. Además, se prestará «especial atención al reconocimiento de las mujeres escritoras» y se abordan las prácticas comunicativas no discriminatorias, para «identificar y rechazar los abusos de poder a través de la palabra».
Otra de las áreas que ha suscitado cierta polémica es la de Educación en Valores Cívicos y Éticos, que algunos han asimilado a la antigua asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos. En este caso, la propuesta del Gobierno fija entre los saberes básicos el pensamiento crítico y ético; la educación afectivo-sexual; el significado de ‘bueno’ y ‘malo’; la influencia de los medios y las redes de comunicación, la prevención del abuso y el ciberacoso, y las conductas adictivas; los derechos humanos; o la empatía, el cuidado y el aprecio con respecto a los seres vivos y el medio natural, entre otros.