Ford ‘ficha’ a dos robots como pilotos de pruebas

Ford ha reclutado a dos robots, apodados por el equipo como Shelby y Miles, como pilotos para probar los nuevos modelos de la marca en las condiciones meteorológicas más extremas.

La Planta Meteorológica de Ford situada en Colonia, Alemania, es utilizada por la marca del óvalo para simular bajo techo una gama de condiciones extremas, como el desierto del Sáhara, Siberia o la cima de los picos alpinos más altos.

Esas condiciones simuladas son tan reales que incluso los pilotos de prueba humanos más experimentados pueden cansarse o enfermarse. Por ejemplo, ha explicado la marca, las pruebas de túnel de viento (en particular a gran altitud) requieren numerosos protocolos de seguridad, como tener botellas de oxígeno, equipos médicos y un paramédico en el lugar, a la vez que la salud del conductor se vigila constantemente.

De ahí que Ford haya decidido ‘fichar’ a estos dos robots para ayudar a tomar la tensión, especialmente en las pruebas de altitud donde un requisito clave es que debe replicarse perfectamente varias veces.

PILOTOS PARA CONDICIONES EXTREMAS

Cada conductor robotizado es capaz de operar a temperaturas que van desde -40°C a +80°C, así como en altitudes extremas. Además, se puede configurar y programar para diferentes estilos de conducción.

Las ‘piernas’ del conductor robotizado se extienden hasta los pedales del acelerador, freno y embrague, con un brazo colocado para cambiar de marcha y el otro utilizado para arrancar y detener el motor, ha señalado Ford.

«Estos dos nuevos pilotos son fantásticos añadidos al equipo, ya que pueden enfrentarse a las desafiantes pruebas de resistencia a grandes altitudes y en temperaturas cálidas», ha declarado el supervisor de pruebas de túnel de viento en Ford Europa, Frank Seeling.

«Una vez que el robot está en el asiento del conductor, podemos ejecutar pruebas por la noche sin tener que preocuparnos de que el conductor necesitará un sandwich o un descanso para ir al lavabo», ha bromeado.

No obstante, Ford continúa realizando pruebas en el mundo real en lugares europeos y de todo el planeta, incluyendo la montaña Grossglockner en Austria y la región nevada de Arjeplog en Suecia.