Descubiertos 3 nuevos arbigos con Arte Rupestre en la pedanía alcañizana de Valmuel

Tres nuevos abrigos con pinturas rupestres levantinas, algunas de ellas magnificamente conservadas, han sido descubiertos en estas últimas semanas en las inmediaciones de la pedanía de Valmuel, en la cuenca del río Regallo, dentro del término municipal de Alcañiz (Teruel).

El hallazgo ha sido realizado por el vicepresidente de la asociación cultural Taller de Arqueología de Alcañiz, Jesús Carlos Villanueva, quien, junto con el presidente de la entidad, José Antonio Benavente, están llevando a cabo desde hace seis años el proyecto ‘Inventario de evidencias humanas sobre soportes rupestres y otras estructuras rurales en el término municipal de Alcañiz’.

Estos mismos investigadores descubrieron en 2016 otros tres nuevos abrigos con arte rupestre, que ya fueron objeto de estudio, protección y valorización mediante instalación de vallados y señalización, y permitió crear una nueva ruta de arte rupestre en el entorno de Alcañiz, que enlaza con el conocido abrigo de Val del Charco de Agua Amarga.

Los nuevos hallazgos se clasifican dentro del ciclo artístico Levantino, reconociéndose en ellos convenciones estilísticas propias del área geográfica de las comarcas del Bajo Aragón, Matarraña y Maestrazgo. Los motivos animales parecen corresponderse, en espera del estudio y documentación definitivos de los conjuntos, con cérvidos.

Esta temática es la más común en el área bajoaragonesa estando igualmente representados en los abrigos de Val del Charco del Agua Amarga y Corral de las Gascas de Alcañiz y Plano del Pulido de Caspe, así como en el abrigo de Val de Zafrané de La Puebla de Albortón, algo más al oeste, pero que indica un patrón de distribución que encuentra explicación y respaldo con los recién descubiertos en el río Regallo.

En el primero de los nuevos abrigos se conserva la representación de un cérvido idéntico desde el punto de vista técnico y estilístico, e incluso en actitud, al descubierto hace 5 años en el Corral de las Gascas, así como otras figuras de animales peor conservadas y pendientes de estudio y documentación entre las que parecen adivinarse un posible toro y otros ciervos.

En otro de los abrigos se distingue la existencia de cuadrúpedos, probablemente cérvidos, siendo apreciables las patas de la que debió ser una gran representación de ciervo en el techo, así como otra de un ciervo macho con una gran cornamenta parcialmente conservada en la pared.

Este abrigo, para el que se ha solicitado permiso de excavación, presenta desprendimientos en su techo pintado, por lo que parece probable que se conserven figuras o escenas pintadas en las rocas caidas en el suelo del mismo.

EXCELENTE ESTADO DE CONSERVACIÓN

En el último de los abrigos se localizan los elementos más destacados no solo por la poco habitual ubicación de las pinturas dentro del mismo, en el techo, sino también por la temática representada con, al menos, una escena de índole social, poco común en este territorio, así como en las dimensiones de dos de las fuguras, que apuntan a una fase o área de desarrollo de grandes figuras y que los relaciona con los del Val del Charco y Barranco del Muerto de Alcañiz.

En este abrigo destaca especialmente una figura de arquero, en un excelente estado de conservación y cuyas dimensiones, detalles, calidad técnica y determinadas convenciones le convierten, posiblemente, en la más destacada representación de arquero de todo el arte Levantino peninsular y para el que, de momento, no se conocen paralelos que le igualen en calidad.

Los motivos humanos documentados hasta el momento, en espera del estudio en detalle, se encuentran en dos de los tres nuevos conjuntos descubiertos. El estilo, las convenciones, actitudes y posturas adoptadas en algunos de los motivos de estos conjuntos evidencian una relación directa e indudable entre ellos. Por ejemplo, las representaciones de individuos de rodillas o acuclillados es un patrón muy poco representado en este sector del Valle del Ebro y, sin embargo, aparecen en dos de ellos.

La documentación y estudio de estos conjuntos, incluyendo excavaciones arqueológicas y una ampliación de los trabajos de prospección, pueden suponer un avance esencial en el estudio general del arte Levantino sobre aspectos como el patrón de distribución, que supone una novedad en cuanto a la tipología tradicional de abrigos decorados, o las relaciones estilísticas y temáticas en el territorio nuclear de este ciclo artístico.

Para este cometido ya se ha solicitado permiso a la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, que además ha aportado una primera ayuda pública de 1.250 euros para la labor, y se ha propuesto la participacion de un equipo conformado por investigadores del Taller de Arqueología de Alcañiz y la Universidad de Zaragoza.

INSPECCIÓN TÉCNICA POR EXPERTOS

Los abrigos descubiertos ya han sido objeto de una inspección técnica y primera valoracion por parte del profesor del Área de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza Manuel Bea, y del arqueólogo José Ignacio Royo, con la finalidad de confirmar el interés de los hallazgos, iniciar el proceso de su declaración como Bien de Interés Cultural y plantear medidas para su próxima protección, cerramiento y señalización.

Con los recientes hallazgos son seis los abrigos con pinturas rupestres descubiertos en los últimos años por el Taller de Arqueología de Alcañiz, una asociación cultural que, sin apenas apoyos, desarrolla desde hace más de 30 años una intensa y continuada labor para el estudio y conservación del patrimonio arqueológico y cultural de Alcañiz y el Bajo Aragón.

Además, dentro del proyecto ‘Inventario de evidencias humanas sobre soportes rupestres y otras estructuras rurales en el término municipal de Alcañiz’, Villanueva y Benavente han elaborado hasta el momento medio millar de fichas que documentan y sitúan con precisión estructuras y construcciones tan variadas y habituales en el medio rural bajoaragonés como cazoletas, cubetas, canalillos, grabados y pinturas de distintos tipos y épocas (cruciformes, grafitos, pinturas esquemáticas y levantinas).

También han catalogado balsas, canteras, caleras, casetas y refugios agrícolas, muros de delimitación de dehesas, corrales, masadas, caminos de herradura y carreteros, y otros elementos, muchos de las cuales estan en trance de desaparición y, en general, no han sido objeto de estudios en detalle.

Además de haber publicado una veintena de libros sobre esta temática y salvaguardar, investigar y divulgar el patrimonio arqueológico del municipio y su entorno, el Taller de Arqueología de Alcañiz ha conseguido catalogar más de 300 yacimientos arqueológicos solamente en este término muncipal, el municipio con mayor número de yacimientos de Aragón, de los cuales 19 ya han sido declarados BIC y a los que habrá que sumar próximamente los tres nuevos abrigos.