Albares corta el grifo a Marruecos y pone fin a la «política de regalos» tras resetear las relaciones con el país

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, no se ha cortado a la hora de frenar en seco la política de regalos a Marruecos que habían iniciado el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, y la entonces titular de Exteriores, Arancha González Laya. Todoterrenos de lujo, camiones militares y cualquier tipo de equipo tecnológico han servido como pequeños «regalos» para engrasar la relación diplomática entre España y Marruecos. Sin embargo, Albares entiende que hay que resetear las relaciones bilaterales entre ambos países y esto también pasa por frenar en seco todas las ayudas y regalos que el Gobierno se había acostumbrado a enviar directamente al país vecino. El Ministerio de Exteriores no pretende acabar con las ayudas, pero sí suspenderlas para encarar las conversaciones sobre la «nueva relación» desde cero.

El ministro de Exteriores ha frenado el envío de 90 quads valorados en más de 1,2 millones de euros. Este gesto pone fin a una política que ha llevado a Marruecos nada menos que casi 30 millones de euros en regalos supuestamente enfocados en ayudar al ministerio del interior marroquí a controlar el flujo migratorio hacia España. Pero lo ocurrido en Ceuta deja claro que esos regalos no son suficientes para el gobierno de Marruecos. Fuentes de Interior aseguran que tirar de fondos reservados en más de una ocasión es necesario para controlar el flujo migratorio. El problema es que ya se había convertido en costumbre de este Gobierno el regalar a Marruecos todo tipo de material, por supuesto, comprado directamente a empresas ubicadas también en el país africano.

Albares está inmerso en un proceso diplomático que busca restablecer las relaciones bilaterales entre España y Marruecos. No es algo que se pueda elegir, detallan fuentes del ministerio. Nuestro país tiene la obligación de mantener una buena relación con el vecino porque las consecuencias de lo contrario no son positivas. El problema es que no parece que Marlaska y Laya hayan sido capaces de mantener a raya el flujo migratorio ni de convencer a las autoridades marroquíes de que ejerzan un control férreo de sus fronteras. Los regalos funcionaban, pero cuando la titular de Exteriores decidió contra el criterio del propio Marlaska meter en nuestro país al líder militar del Frente Polisario Brahim Ghali todos los lazos diplomáticos saltaron por los aires.

La idea de Albares es mantener conversaciones desde cero con Marruecos y rehacer todos los acuerdos de colaboración. Por un lado, puede beneficiar al país, pero por otro esto implica eliminar todo lo trabajado hasta ahora. La política de regalos había seguido operativa durante este periodo. Había un contrato aprobado en marzo que buscaba entregar a Marruecos como nuevo obsequio de verano nada menos que 1,2 millones en quads que Albares ha frenado porque todavía no se ha llegado a ningún acuerdo. Marruecos mantiene, de momento, el control de sus fronteras para que no se vuelva a repetir una «invasión» como la sufrida por la ciudad autónoma, pero todo porque las conversaciones diplomáticas entre ambos países acaban de empezar.

Ha habido gestos por parte de Marruecos. El rey del país vecino ha invitado a diplomáticos españoles a eventos de los que habían sido excluidos después de lo ocurrido por Ghali y por la chapucera gestión de Laya. Pero de momento todo sigue frío.

Las crisis migratorias siempre se han solucionado, según detallan las fuentes del Ministerio del Interior, a golpe de chequera. Cuando Marruecos quiere más, no es raro ver que el flujo migratorio crezca. Y las soluciones en algunas ocasiones han venido de la mano de fondos reservados. Pero esto son relatos de las fuentes. Lo cierto es que de momento las relaciones bilaterales están en un proceso de reconstrucción lento que pasa por poner el contador a cero. Y eso pasa por frenar esa política de regalos que tanto ha dado a Marruecos y tanto ha costado a las arcas públicas españolas.

LOS TODOTERRENOS Y OTROS «DETALLES»

El Gobierno aprobó el envío de 98 cámaras y visores térmicos de largo alcance por valor de 7,8 millones de euros para el Ministerio del Interior del país vecino con tal reencauzar las relaciones. Un contrato replicado.

Cuesta diferenciar los contratos porque son prácticamente idénticos. Solo se diferencian en un par de detalles. Es la Fundación Internacional e Iberoamericana (FIIAPP) quien dará de nuevo estas cámaras térmicas y visores al Ministerio del Interior marroquí en los próximos 11 meses. Mientras que en 2020 el Gobierno aprobó la entrega de 65 cámaras térmicas y 25 visores (en total, 90 dispositivos valorados en 7.978.750,00 euros públicos) ahora el Ejecutivo ha decidido aumentar la apuesta y dar al país africano vecino 7.885.570 euros con un total de 98 dispositivos, ocho más que en la anterior partida. El Gobierno también se tomó muy en serio la labor de Papá Noel y le regaló a Marruecos 150 todoterrenos de última generación y 18 camiones militares para el transporte de tropas que han costado más de 11 millones de euros.