La Policía Nacional mantiene la investigación abierta por el caso de Samuel Luiz, el joven que falleció tras una paliza en la madrugada del 3 de julio en el paseo marítimo coruñés, y centra su trabajo «en todas las pruebas testificales» y también en el volcado de datos obtenidos de medios como redes sociales.
Así lo ha ratificado este viernes el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, a preguntas de los periodistas, coincidiendo con un acto en Santiago de Compostela.
Respecto a posibles nuevas detenciones, Miñones ha insistido en que la investigación no se cerrará hasta que se tenga «a todos los presuntos autores puestos ante la justicia, que es el objetivo». Por ello, ha dicho que «lógicamente» se pueden producir «más detenciones». No obstante, ha apelado a «dejar trabajar con calma» a la Policía para que puedan «cerrar el caso».
En cuanto a las pruebas de ADN pendientes y el volcado de datos extraídos, entre otros, de redes sociales, ha manifestado que se trata de una «investigación bastante ardua», pero que, de acuerdo con los plazos fijados por los investigadores, «a lo largo del mes de agosto y primeras semanas de septiembre» esperan poder tener esa información.
PARTICIPANTES EN LA AGRESIÓN
Como ya trasladaron en su momento los responsables policiales, y, según ha trascendido también del sumario publicado en varios medios de comunicación, Samuel fue agredido durante seis minutos en la madrugada del 3 de julio.
Los testigos sitúan a unas «diez personas» las que estaban agrediendo a Samuel y confirman que solo dos hombres senegaleses –uno de ellos resultó también agredido– trataron de ayudarlo.
La autopsia ha ratificado también que la víctima recibió múltiples golpes, en una agresión en la que, inicialmente, según recoge el sumario y sostiene la Policía, participaron dos de los primeros detenidos y a los que luego se habrían sumado otras personas.
Por estos hechos, están en prisión provisional tres adultos. A dos de ellos, se les considera los autores de los primeros golpes que recibió Samuel. No solo lo consideran los investigadores, en base a las pruebas recabadas, si que también lo sostuvo otro de los acusados –en prisión– que afirmó, en su declaración en el juzgado de guardia, que los vio agredir a Samuel.
En su caso, admitió haberse llevado el móvil de la víctima y limitó su participación a un intento de separar al primer detenido, al que se considera responsable del inicio de la agresión, tras los reproches a la víctima por una videollamada que estaba haciendo con una amiga.
DECLARACIONES
Los dos presuntos autores del inicio de la agresión solo respondieron, en su declaración tras su detención, a preguntas de su abogado, según recogen los vídeos difundidos por ‘La Voz de Galicia’. El primero respondió a la pregunta de su letrado de si «conjunta y simultáneamente con otras personas golpeó a Samuel», que: «No, con todas las personas no». «Con otras personas no», reiteró al ser cuestionado de nuevo. El segundo solo sostuvo que compareció voluntariamente ante la Policía.
Junto a ellos, declaró también la novia del primero, que negó haber participado en la agresión o haberla alentado y sostuvo que no conocían a la víctima ni su condición sexual después de que testigos, de acuerdo con lo trascendido del sumario, confirmasen que oyeron el insulto de ‘maricón’.
ACUSACIONES
De momento, en un procedimiento judicial en una fase inicial, no ha trascendido si la posibilidad de una agresión homófoba se planteará en el juicio en cuanto a la petición de penas.
Solo se sabe, en una causa en la que los detenidos están investigados por homicidio o asesinato, que Fiscalía y acusaciones –la particular y la popular, ejercida por la Asociación por la Libertad Afectiva y Sexual ALAS Coruña– piden asesinato para los cuatro adultos.
A estos detenidos, –solo la chica está en libertad con cargos y obligación de comparecer en el juzgado–,se suman otros dos jóvenes, uno de ellos con antecedentes, que se encuentran, por su edad, en un centro de menores.
Los investigados tienen edades comprendidas entre los 16 y los 25 años y el caso, según acordó la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña, será juzgado por un jurado popular.