Las bandas de música valencianas reivindican su participación en la Ofrenda de estas atípicas Fallas de septiembre y urgen a la Conselleria de Sanidad a permitir desfiles en el resto de fiestas tradicionales, después de un 2020 en el que estimaron unas pérdidas de 20 millones de euros.
«No imagino una Ofrenda sin música ni ninguna fiesta, sería muy triste», señala la presidenta de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat (FSMCV), Daniela González, después de que el mundo fallero haya exigido la participación de las bandas, algo en lo que ha coincidido el ‘president’ de la Generalitat, Ximo Puig, pero «con la máxima seguridad para ellos y para los ciudadanos».
Los músicos quieren actuar en la Ofrenda con limitaciones y manteniendo la distancia interpersonal, ya que el año pasado tocaron durante todo el año «y no ocurrió nada». «Hemos demostrado con estudios que los instrumentos de viento no tiran las gotitas lejos, caen justo debajo», apunta González.
A su juicio, esta inusual ofrenda será un acto casi privado y con una distancia «bastante prudencial», algo que ya han comprobado las bandas en otros desfiles con metro y medio de separación entre cada músico. «Está todo en el aire», constata, por lo que pedirá una reunión con el Ayuntamiento y con Junta Central Fallera (JCF) para diseñar un protocolo conjunto.
Aunque para la titular de la FSMCV ahora no tendría sentido una banda de 80 músicos en la calle, insiste en que su voluntad es actuar en todas las localidades que celebren la Ofrenda entre septiembre y octubre, no solo en València, sin negar que serán «unas Fallas muy inusuales».
Para ello, Sanidad debe modificar la normativa actual de restricciones que está vigente hasta el 6 de septiembre, justo un día después de Fallas, un cambio que en su opinión debe ir más allá de la Ofrenda: «Ojalá sea para todo, para todos los pasacalles».
¿QUIÉN PAGA LOS ANTÍGENOS?
Sobre la propuesta de los falleros de que los músicos se realicen test de antígenos para tocar, la presidenta de la federación se pregunta «quién los paga» e insiste en la necesidad de consensuar un protocolo. «Si nos aportaran el dinero no hay problema –incide–, pero es algo que depende de cada banda porque es voluntario, aunque es menos costoso que una PCR».
Tras meses de «mucho dinero» perdido con el estallido de la pandemia, las bandas llevan reivindicando que necesitan salir a la calle «desde las comuniones» y confiaban en que las Fallas fueran una inyección de dinero que necesitan, ya que en verano solo han podido actuar en conciertos. En 2020 ya estimaron unas pérdidas anuales de 20 millones, cinco de ellos solo por la cancelación de las fiestas josefinas.
«VOLVER A LA VIDA»
En este escenario, la responsable de la FSMCV recuerda lo que sintió el año pasado en su primer desfile en su pueblo tras el primer confinamiento: «La gente estaba emocionada, parecía que era volver a la vida igual que antes».
Pero, después de todo lo aprendido este año y medio, hace hincapié en la necesidad de ser muy cautos porque «esto cambia constantemente». «Desde luego –recalca–, no hay que bajar la guardia».