La vicesecretaria general del PSOE y portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Adriana Lastra, ha destacado este miércoles que el Gobierno de España haya sido, una vez más, «el primero en ofrecer a nuestros socios europeos que nuestro país sea ese puerto seguro de entrada a Europa para los refugiados que huyen de la terrible crisis» generada en Afganistán, recogiendo así «el sentir mayoritario de una sociedad que no puede permanecer impasible ante el sufrimiento», y la «voluntad encomiable de tantos ayuntamientos, comunidades autónomas y organizaciones sociales» que se han mostrado dispuestas a ayudar y acoger refugiados.
Lastra ha lamentado, por el contrario, que «la nota discordante vuelvan a ser el señor Casado y el PP». La número dos del PSOE hacía estas declaraciones en el acto de homenaje a Federico García Lorca celebrado en Granada, en el que también han participado el alcalde de Sevilla y secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, y el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños.
«Mientras autoridades e instituciones de toda España, también del PP, están sumando sus fuerzas para luchar contra esta crisis, el señor Casado se dedica a enviar argumentarios pidiendo a sus autoridades que se centren en atacar al Gobierno», ha denunciado, según una nota de este partido.
«La sociedad española sabe responder de manera ejemplar -siempre lo ha hecho- y lo está demostrando una vez más», ha remarcado Lastra, y «le pido al señor Casado que, al menos en esta ocasión, muestre ya no altura y sentido de Estado -que creo sería demasiado para él- sino algo de humanidad y responsabilidad. Que, por una vez, se sume al esfuerzo que toda la sociedad, al esfuerzo del Gobierno de España, al que todos estamos dispuestos a hacer».
Lastra ha señalado que a los socialistas les preocupan especialmente las amenazas que se ciernen sobre las mujeres y las niñas, sobre todo periodistas, activistas, mujeres que han ido a la universidad, a la escuela o han desempeñado tareas profesionales prohibidas por los talibanes.
«Haremos todos los esfuerzos necesarios para garantizar la seguridad del pueblo afgano y nuestro país será un espacio seguro para quienes huyen de la barbarie. España es un refugio seguro para las mujeres y las niñas que huyen de la violencia y el terror», ha subrayado.
Lastra ha reivindicado la figura de quien, como Lorca, «defendió el interés de los muchos que apenas tenían nada sobre el de los pocos que lo tenían todo, en una España en la que los primeros eran casi todos y los segundos verdaderamente pocos».
Mientras que ha abundado sobre su figura para afirmar que «nos enseñó que el compromiso social no está reñido con la libertad personal sino que es su inicio, su razón de ser y su mayor defensa».
Planteamiento al que ha añadido que «el peor enemigo de la justicia, la razón y la verdad no es la mentira de unos pocos sino el silencio de muchos otros».
También que «ningún país, ninguna comunidad, ningún futuro se puede construir sobre la explotación, la confrontación, la división y el odio. Porque la violencia física, política o verbal. Usar el lenguaje no para unir sino para dividir y sembrar odio, no demuestra ninguna fortaleza, sino miedo a las ideas de los demás y, sobre todo, muy poca confianza en las propias». Y que además «se rebeló contra quienes imponen su forma de amar, sentir y desear».
En este punto, Lastra ha afirmado que «ya basta de crímenes de odio contra el colectivo Lgtbi, ya basta de palabras que alientan el odio, que incitan al odio, porque, claro que sí, las palabras tienen consecuencias».
La dirigente socialista ha concluido recordado que «con la muerte de Lorca, no solo querían llevarse su vida, querían arrancar la libertad y la esperanza del corazón de millones de españoles»; y sin embargo «hoy somos millones de españoles los que repetimos su nombre» y «recordamos su obra y su vida».
En el homenaje intervino también Ricardo Rosas, secretario de Organización de Juventudes Socialistas, y contó con la actuación en vivo de la cantaora Esperanza Fernández, acompañada de Miguel Ángel Cortés (guitarra) y Miguel Fernández (percusión), así como de la cantautora Rozalén, a través de una grabación. Asistieron, entre otros destacados dirigentes, el presidente del Senado, Ander Gil, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez Ruiz y el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez.