La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, ha exigido este viernes retirar el proyecto de ordenanza de Movilidad Sostenible de Madrid que hoy han aprobado en Junta de Gobierno PP y Cs y con el que cree que «los únicos que pueden estar de enhorabuena y que salen ganando son los coches y la contaminación».
«Almeida nos hace retroceder al siglo pasado, demostrando que es el alcalde con la peor política de movilidad de toda Europa, la movilidad de los tubos de escape y la contaminación», ha criticado Maestre en declaraciones remitidas a los medios.
La portavoz de Más Madrid ha tachado de «desastre» lo que supone la Ordenanza que aprueba la Junta de Gobierno de la ciudad. A su juicio, «no se avanza, se retrocede a los 80; no solo no crece Madrid Central, sino que se suprime». Así, ha reiterado que Más Madrid votará en contra de una medida «que no se ha negociado ni consensuado con la oposición, a pesar de ser crucial para la movilidad y el medio ambiente de la capital, y que supone el fin de Madrid Central».
Con la eliminación de la zona más eficaz de bajas emisiones de Europa, que era el objetivo del alcalde Almeida desde hace más de dos años, entrarán a diario 50.000 coches más de los que entraban hasta ahora, es decir, un 40% más de vehículos», ha sostenido.
La Ordenanza entra ahora, durante diez días, en periodo de enmiendas, en el que Más Madrid presentará una a la totalidad y enmiendas parciales, una vez analice el texto final que ha aprobado inicialmente la Junta de Gobierno. El grupo municipal, que ha pedido la retirada de esta Ordenanza en repetidas ocasiones, votará en contra de la misma.
Para Rita Maestre, no es cierto que con la ordenanza de Almeida se mantenga el Madrid Central del mandato anterior, al contrario, Almeida le da un «bocado enorme» y lo que el alcalde pregona como la «zona de bajas emisiones más grande de Europa» afectará solo a los coches con etiqueta A, un 2,2% de vehículos en 2023 y menos del 5% hasta 2025 (promete para 2025 lo que ya es una realidad en ciudades como Barcelona o Milán). Sin limitar el tráfico de paso ni ganar espacio para peatones, bicis y transporte público.