Gran Hermano: el exconcursante que echa pestes de Telecinco

Han pasado ya 21 años desde que Ismael Beiro se convirtiera en el flamante ganador de la primerísima edición de Gran Hermano. Un hito que marcó un antes y un después para la cadena, y también en la vida del gaditano. La popularidad de Ismael fue directamente proporcional la repercusión del formato, que se posicionó como el más visto en la historia de la televisión del país, con un share del 50% y una media de 7.733.000 de espectadores en todas las galas. Un éxito tan apabullante que llevó a la cadena a lanzar merchandising exclusivo y se vendieron camisetas de Gran Hermano, cromos, juguetes, se publicó un libro, se editó un disco y hasta se llegó a crear un videojuego con los concursantes reales como protagonistas, y con la casa como escenario.

¿JUGUETES ROTOS DE GRAN HERMANO?

Ismael Beiro es el único participante de la primera edición que mantiene cierto vínculo con los medios de comunicación, a diferencia de sus compañeros que viven de manera anónima alejados de las cámaras. Algunos dicen que los concursantes de aquella edición son juguetes rotos, sin embargo el gaditano lo niega rotundamente. Asegura que tanto él como sus compañeros aceptaron participar en el reality sin saber a lo que se enfrentaban y sin ningún tipo de expectativa, con una inocencia que se perdió en las posteriores ediciones. Por lo tanto su retirada de los focos ha sido natural, porque tampoco habían planificado nada más que vivir una experiencia nueva. Sin embargo hay algo que el ganador del primer Gran Hermano no perdona a la cadena.

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