Ocho personas de una misma familia se han convertido en las primeras que, provenientes de Afganistán, han sido acogidas en Navarra, tras la situación creada en el país por el avance talibán hasta Kabul y la caída del Gobierno. Estas ocho personas llegaron a la Comunidad foral el pasado sábado por la noche.
El Gobierno de Navarra, a través del Departamento de Políticas Migratorias y Justicia, mantiene permanente coordinación con el Gobierno de España y las entidades responsables de los programas de acogida que trabajan en la Comunidad foral. El objetivo de esta coordinación es que las plazas actualmente disponibles en los programas puedan ser empleadas para la acogida de personas que huyen de situaciones que ponen en riesgo sus vidas, según ha informado el Ejecutivo foral en una nota.
El consejero de Políticas Migratorias y Justicia, Eduardo Santos, ha insistido en que Navarra «ha respondido de manera rápida, como no podía ser de otra manera, poniéndose a disposición del Estado en estas labores humanitarias y urgentes que debemos acometer».
Santos ha destacado que «Navarra viene ofreciéndose de manera proactiva, ante crisis como las vividas en Moria, en Canarias o ahora en Afganistán, como una tierra de acogida y un puerto seguro para quienes necesitan huir de sus países de origen o se han encontrado, como en el caso de Moria o Canarias, con graves problemas para su propia integridad física durante el camino emprendido hacia una vida mejor».
En lo que va de año, y además de las personas que están siendo atendidas por el programa de acogida de personas refugiadas de manera ordinaria, Navarra ha recibido a una veintena de personas provenientes de Canarias; y dos familias de origen sirio (con un total de 11 integrantes) que se han acogido al programa navarro de Patrocinio Comunitario SOMOS, que tiene su sede en Tudela.
Los programas de acogida a personas refugiadas y solicitantes de protección internacional son gestionados en Navarra por el Estado, a través de dos entidades con las existen sendos convenios. La pandemia ha ralentizado el proceso de descentralización de estos programas, cuya gestión desde Navarra, según Eduardo Santos, «no es solo algo que deseamos y venimos impulsando sino que, además, creemos que conseguiría una gestión más rápida y eficiente, tanto de la situación estructural como de casos de emergencia humanitaria como la que hoy vivimos».
Por ello, Santos ha querido insistir en «la necesidad urgente» de acometer ya ese proceso de descentralización de la gestión de estos programas de acogida para quienes demandan asilo y protección internacional.
El consejero de Políticas Migratorias y Justicia ha deseado a las personas acogidas en Navarra que «encuentren en nuestra comunidad esa tierra de acogida que buscan, huyendo de situaciones muy complicadas y ejerciendo, en todos los casos, un derecho humano fundamental: el derecho a conseguir una vida mejor, más plena, más segura y con mayores garantías de bienestar».