Adriana Lastra lucha contra el cambio climático desde un yate de lujo

Como viene siendo habitual este verano, y en un ambiente de gran crispación a nivel mundial, las diferentes personalidades de la política española han sido cuestionadas en su vida privada durante sus periodos de vacaciones. Ahora le ha tocado el turno a Adriana Lastra, vicepresidenta general del PSOE, a quien Alvise Pérez, una vez más, azote de la izquierda española, ha puesto en evidencia tras ser cazada en un velero. Como se puede ver en una publicación de su cuenta de twitter, la política aparece relajada en una embarcación con grupo de amigos.

La imagen es de este mes de agosto, y aparece con otros tres miembros del partido: Javier Aunión, director del gabinete, Ignacio López Cano, diputado del PSOE en Málaga y miembro de la ejecutiva nacional, y Mariano Moreno, director-gerente del partido. El grupo, de unas ocho personas, se encuentra sentado en la cubierta de un yate, todos ellos sin mascarilla y sin distancia de seguridad, por lo que deducimos que se tratará de un grupo de amigos cercanos con el que se reúne con asiduidad. Las críticas por no ajustarse a las medidas sanitarias han sido duras, pero las peores han ido dirigidas a la ostentación de posar en un yate, porque, como han afirmado algunos usuarios, es ‘poco socialista’ pasar el día en un barco de lujo.

ADRIANA LASTRA A LO C.TANGANA

Los insultos que le han dedicado a Lastra han sido de lo más variado, desde ‘fascista’, ‘parásito’ o ‘sinvergüenza’, hasta comparaciones con la polémica imagen de la semana pasada del músico C.Tangana. La ministra apareció públicamente el pasado miercoles en un acto celebrado en Granada, por el 85 aniversario del fusilamiento de Federico García Lorca, en el que se realizó también un homenaje al resto de víctimas de la Guerra Civil. Junto a ella participaron miembros del partido como Juan Espadas, alcalde de Sevilla, Ricardo Rosas, secretario de Organización de Juventudes Socialistas y Félix Bolaños.

Poco después Lastra decidía tomarse unas vacaciones, y pasar un día de relax en el yate de la discordia. Curiosamente, hace unos meses, la vicesecretaria general del PSOE, participaba en el acto ‘Ecología y Sostenibilidad, en Madrid, donde ponía en relieve la gran importancia de la lucha de su partido contra el cambio climático. “Sabemos, podemos y vamos a hacerlo, de la mano del gobierno más ecologista que ha tenido nuestro país”, decía en relación a su compromiso por la transición ecológica. Aseguraba también el compromiso del Gobierno para conseguir una sociedad energéticamente más justa, equilibrada y sostenible, y prometía que su partido tenía como prioridad la lucha para dar todos los pasos necesarios hacia una economía verde.

Quizá habría que informar a la vicepresidenta general del PSOE que un yate es incompatible con el cuidado del medioambiente. Las embarcaciones son responsables de grandes daños en la costa, ya que la navegación contamina las aguas con gas, petróleo y otros químicos tóxicos, contribuyendo a empeorar la calidad de las aguas. Pero además también alteran el ecosistema marino, e incluso provocan la erosión de la costa por las ondas que provocan con el motor.