La ONU designa a Alexander Ivanko como enviado especial para el Sáhara Occidental

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha designado este viernes al ruso Alexander Ivanko como su representante especial para el Sáhara Occidental y líder de la Misión de la ONU para el referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO).

Ivanko sustituye al canadiense Colin Stewart al frente de la MINURSO, al que Guterres ha extendido su «gratitud» por su «servicio» y «liderazgo efectivo» al frente de la misión. Mientras, el puesto de enviado especial para el Sáhara Occidental permanece vacante desde mayo de 2019, tras la dimisión de Horst Koehler.

Ivanko se ha desempeñado como jefe de Gabinete de la MINURSO desde 2009. Cuenta con más de 30 años de experiencia en asuntos internacionales, mantenimiento de la paz y periodismo. Entre 2006 y 2009 fue director de Información Pública de la Misión de Naciones Unidas en Kosovo y entre 1994 y 1998 portavoz de Naciones Unidas en Bosnia y Herzegovina.

Comenzó su carrera profesional como periodista, trabajando como corresponsal en Afganistán y en Estados Unidos para un periódico ruso. En este campo, también se desempeñó como asesor sénior para el Representante para la Libertad de los Medios de Comunicación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) entre 1998 y 2005. Habla ruso e inglés con fluidez.

La MINURSO se estableció en 1991 como instrumento de vigilancia para el alto el fuego entre las fuerzas de Marruecos y las del Frente Polisario, que controla la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Su objetivo último, contemplado incluso en el nombre de la misión, era la celebración de un referéndum que permitiese resolver la disputa territorial.

Casi tres décadas después, sin embargo, la situación sigue prácticamente igual. Durante la etapa de Koehler como enviado especial, se efectuó un tímido intento de acercar de nuevo a las partes, con dos reuniones en Ginebra –en diciembre de 2018 y marzo de 2019– en las que de nuevo quedó en evidencia que Rabat no contempla más que una autonomía limitada y el Polisario no desiste en su reivindicación de la plena independencia.

El expresidente alemán dimitió en mayo de 2019 y, con esta salida, atribuida a razones de salud, se aparcó esta inédita iniciativa de acercamiento, que contó con Argelia y Mauritania como observadores.

El Polisario tiene como principal valedor regional a Argelia, país que acoge a unos 140.000 refugiados en los campamentos de Tinduf, mientras que Marruecos ha esquivado cualquier tipo de presión para seguir ciñéndose a su plan de autonomía, según el cual el hipotético referéndum nunca incluiría entre sus opciones la independencia de la antigua colonia española.

Las tensiones entre el Polisario y Marruecos volvieron a escalar hace unos meses. El Frente Polisario dio en noviembre de 2020 por concluido el acuerdo de alto el fuego pactado en 1991 después de que Marruecos desplegara militares en el paso de Guerguerat, tras lo que anunció el inicio de operaciones militares contra posiciones marroquíes.

Guerguerat se encuentra bajo control de Marruecos y es el principal puesto fronterizo con Mauritania. Rabat considera la zona entre el puesto y la frontera con Mauritania como ‘tierra de nadie’, mientras que el Frente Polisario lo considera territorio propio y dice que así lo recoge el acuerdo de alto el fuego firmado por ambas partes en 1991.

La antigua colonia española del Sáhara Occidental fue ocupada por Marruecos en 1975 pese a la resistencia del Frente Polisario. El alto el fuego fue firmado con vistas a la celebración de un referéndum de autodeterminación, pero las diferencias sobre la elaboración del censo y la inclusión o no de los colonos marroquíes ha impedido hasta el momento su convocatoria.