La deuda neta del Gobierno de México se situó en el 37,6% del Producto Interior Bruto (PIB) a cierre de julio, lo que supone una disminución del 1,2% con respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 9,7 billones de pesos mexicanos (408.168 millones de euros), según un comunicado publicado este lunes por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
En esta línea, la Secretaría ha destacado que las finanzas gubernamentales muestran una mayor fortaleza y reflejan «la solidez de la economía mexicana y su progresiva recuperación».
Así, los ingresos de la Administración de Andrés Manuel López Obrador durante los siete primeros meses del año se incrementaron en 169.100 millones de pesos mexicanos (7.120 millones de euros), impulsados por el buen desempeño de la recaudación tributaria, el dinamismo del mercado petrolero y la recuperación de diversos activos financieros.
La Secretaría Hacienda anunció recientemente que dialogaría con el Banco de México para que los Derechos Especiales de Giro (DEF), asignados por el FMI, sean utilizados al pago de deuda con altas tasas de interés. La partida del organismo multilateral asciendo hasta los 12.200 millones de dólares (10.337 millones de euros).
De su lado, los ingresos tributarios vinculados a la actividad económica fueron 60.900 millones de pesos (2.563 millones de euros) mayores que el año pasado, con un crecimiento real del 4%.
El gasto neto total del Gobierno hasta julio ascendió hasta los 3,7 billones de pesos (155.678 millones de euros), un 2,1% más que en los siete primeros meses de 2020.
Al mismo tiempo, el gasto en desarrollo económico de México ascendió a 834.700 millones de pesos (35.1275 millones de euros), un 13,9% más que el ejercicio previo. La Secretaría de Hacienda ha destacado el incremento del gasto en áreas como comunicaciones (29,3%) y transportes (30,5%).