Hasta la fecha, se han enviado 99 millones de dosis de donaciones a través de COVAX, de las cuales solo 89 millones se han enviado a los 92 países del Compromiso de Mercado Avanzado, muy por debajo de los mil millones de dosis que se había solicitado, han señalado los Copresidentes del Panel Independiente sobre Preparación y Respuesta ante Pandemias (IPPPR), Ellen Johnson Sirleaf, ex presidenta de Liberia, y Helen Clark, ex primera ministra de Nueva Zelanda.
«El informe del Panel Independiente recomendó que los países de ingresos altos se aseguraran de que al menos mil millones de dosis de vacunas disponibles para ellos se redistribuyeran a 92 países de ingresos bajos y medianos antes del 1 de septiembre, y mil millones de dosis adicionales para mediados de 2022», han explicado el presidente Sirleaf y Helen Clark, quienes han expresado su profunda preocupación al lento ritmo de redistribución de las vacunas COVID-19 de países de altos ingresos a países de bajos ingresos.
«Asegurar que todas las personas en todo el mundo más vulnerables al impacto del virus, incluidos los trabajadores de la salud, las personas mayores y las personas con comorbilidades importantes, puedan vacunarse rápidamente es un paso fundamental para frenar la pandemia», señala en una nota.
«Los países de ingresos altos han pedido más del doble de dosis de las que necesitan sus poblaciones. Ahora es el momento de mostrar solidaridad con aquellos que aún no han podido vacunar a sus trabajadores de salud de primera línea y a las poblaciones más vulnerables. Alcanzar el objetivo de redistribuir mil millones de dosis antes del 1 de septiembre sería un paso fundamental para proteger a los cinco mil millones de personas de 15 años o más que viven en países de ingresos bajos y medianos. Los 600 millones de dosis que ya se han prometido ahora deben entregarse con urgencia», afirman los Copresidentes.
Los Copresidentes también señalaron que se necesita una acción mucho más rápida para aumentar la producción de vacunas en los países de ingresos bajos y medianos. «Es necesario aumentar la capacidad de fabricación y compartir el conocimiento y la tecnología para aumentar la producción rápidamente. Esta pandemia ha demostrado los riesgos globales de ubicar los conocimientos técnicos y las instalaciones de fabricación en solo un puñado de países «.
«Damos la bienvenida al anuncio de que se ha establecido un centro de transferencia de tecnología de vacunas de ARNm de COVID en Sudáfrica. Se necesitan más anuncios de este tipo. Los países de ingresos bajos y medianos deben poder producir más de sus propias vacunas y así ayudar a aumentar en general la cantidad de vacunas disponibles en el mundo», concluye la nota.