El investigador del departamento de Biotecnología Microbiana en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) Rafael Giraldo ha advertido que la resistencia a los antibióticos y las bacterias que destruyen cultivos son «dos de las mayores amenazas» para los próximos años, y ha considerado que los ciudadanos deben exigir a gobernantes y empresas «den una solución».
El microbiólogo, que codirige junto a Germán Rivas la VII Escuela de Biología Sintética Integrativa y que ha hecho estas declaraciones durante su participación en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander, ha señalado que los científicos llevan «años» advirtiendo de que una situación como la vivida con la pandemia del Covid-19 «era una amenaza plausible» debido al mayor contacto de animales con las personas (zoonosis), a la globalización y los grandes movimientos de población.
Al hilo, ha señalado que la pandemia podría causar una mayor concienciación en la población, pero también que «se podría producir el efecto contrario». De este modo, el investigador se ha referido última gran pandemia, la gripe de 1918, tras la que «el mundo respondió con los locos años 20, divirtiéndose y olvidándose del problema». «No siempre una desgracia como la pandemia actual conlleva mayor prevención, a veces causa una mayor relajación», ha subrayado.
Para el científico, la resistencia de las bacterias a los antibióticos es un proceso «natural» que manifiesta la «evolución en acción». «Hemos presionado a las bacterias con agentes químicos y ellas responden adaptándose y volviéndose cada vez más sensibles a ellos», ha explicado.
Así, ha denunciado el «uso masivo» de los antibióticos como una de las principales causas de este fenómeno, a pesar de las limitaciones a su receta. «Se han usado para combatir procesos virales en los que no tienen eficacia», lo que da lugar a una problemática que «ya causa muertes», pero que puede suponer «un auténtico problema para la salud pública en unos años».
El investigador ha citado algunas cifras que auguran que, para 2050, la resistencia a los antibióticos supondrá solo en Europa alrededor de 10 millones de fallecimientos al año, el doble de los decesos por Covid-19 en todo el mundo.
A pesar de ello, descarta que haya que dejar de usar antibióticos, a los que define como «balas moleculares mágicas», y apuesta por una restricción de su uso no justificado unida a una «mayor investigación en moléculas básicas».
Por ello, Giraldo considera «difícil encontrar algo radicalmente nuevo» a los antibióticos, aunque considera que existen alternativas dentro de la investigación. «Hemos agotado una buena parte de las moléculas químicamente distintas», ha dicho, aunque matizando que puede haber soluciones biológicas. «Tenemos que aprender de la naturaleza para subvertir ese mecanismo natural de diálogo y competición», ha opinado.
LA XYLELLA FASTIDIOSA
El científico forma parte de una plataforma coordinada por el CSIC para tratar de buscar una solución, que de momento no existe, para controlar la transmisión de la bacteria Xylella fastidiosa, un problema para la salud y economía global. «Ya es una pandemia global que está devastando todos los continentes», ha afirmado.
La Xylella fastidiosa es una bacteria que se transmite mediante un vector, una chinche específica que porta el patógeno, y cuando ésta se alimenta de la planta, transmite el parásito, «que prolifera y se divide» dentro del ser vivo.
«Son como las placas que obstruyen los vasos en el colesterol», ha explicado el científico, quien ha añaido que la consecuencia es que la planta se seca. «Ha destrozado poblaciones de olivos centenarios en el sur de Italia», ha dicho, advirtiendo de que especies como los almendros, la vid frutales y cítricos están amenazados.
Como consecuencia de ello, el impacto económico por la desaparición de cultivos es de una «gran magnitud». «Para un país como España, eminentemente agrícola, esto debería ser un problema de primer orden», ha asegurado.