Hacienda cruje a la empresa pública de Óscar Puente y Pedro Saura por no pagar el IVA

Uno ha pasado a la fama este verano por conducir un coche prestado por una empresa más propio de futbolistas. El otro se ha llevado la joya de la corona de la administración pública como presidente de Paradores con un salario que pagan todos los españoles de en torno a 180.000 euros anuales. Y ambos intentan que la empresa pública de la que son vicepresidente y presidente, respectivamente, no pague a Hacienda lo que la administración les reclama. Hablamos del alcalde de Valladolid, Óscar Puente Santiago, quien a su vez es vicepresidente primero de Valladolid Alta Velocidad 2003 S.A., y del flamante presidente de Paradores, Pedro Saura García, también al frente de esta empresa pública. Ambos hacen frente a una deuda de esta compañía participada por Renfe (con un 12,5%), el Ayuntamiento de Valladolid (25%) o la Junta de Castilla y León (25%), entre otros, y se resisten a pagar el IVA impagado y reclamado por la Agencia Tributaria; algo que genera demoras con su consiguiente penalización del pago que repercute en el bolsillo de todos los españoles.

Pese a que tanto Saura como Puente no estaban al frente de Valladolid Alta Velocidad 2003 S.A. en el momento en el que se produjo esta irregularidad con el pago del IVA en algunas de las obras emprendidas por la empresa pública, según la Agencia Tributaria, lo cierto es que son ellos en calidad de presidente y vicepresidente quienes mantienen el pulso a Hacienda para ver si consiguen no pagar lo reclamado. Ya han perdido más de una vez los recursos pertinentes y les ha tocado pagar una penalización, pero poco parece importarles. Hablamos de varios años, concretamente desde 2012, momento en el que se emprendieron importantes obras e inversiones por las que la compañía no pagó, según la Agencia Tributaria, el IVA correspondiente. Y a día de hoy se siguen resintiendo las arcas públicas por la mala gestión en este supuesto y por el empeño de Saura y Puente por no pagar de una todo lo que deben.

En 2012, Valladolid Alta Velocidad 2003 S.A. emprendió una obra llamada «Plataforma Nudo Norte» por valor de 15.325.467 euros. En 2013 se abordó el «Soterramiento del Pinar de Antequera», algo que costó concretamente 74.013.546 euros. Pues bien, estas obras tenían respectivamente un IVA que reclamaba Hacienda de 3.218.409 euros y 14.542.844 euros que se vieron obligados a abonar al tiempo que venía con recargo porque Saura y Puente se empeñaron en alargar los procesos judiciales todo lo posible. De hecho, en un documento al que ha tenido acceso MONCLOA.COM, se deja claro que la empresa pública tuvo que pagar intereses de demora por valor de 2,7 millones de euros. Lo mismo ha pasado en años posteriores.

acabó por costar a los españoles el pago de 3,5 millones de euros extras solo en calidad de intereses de demora

Pero esto no quedó aquí, al importe del IVA de estas obras de 2012 y 2013 más el recargo por retrasos se añadió un nuevo interés de demora por el importe de 768.996 euros. Vamos, que los constantes retrasos por parte del presidente y el vicepresidente y el empeño de la empresa por dilatar los procesos judiciales ante la Agencia Tributaria acabó por costar a los españoles el pago de 3,5 millones de euros extras solo en calidad de intereses de demora. Fuentes cercanas al Ayuntamiento de Valladolid y a la empresa apuntan a que en los años posteriores, concretamente en 2015 y en 2016, hay situaciones similares por las que Hacienda también reclama pagos por mala ejecución del IVA.

Esta empresa pública llamada Valladolid Alta Velocidad 2003 S.A. tiene participación de Renfe (con un 12,5%), del Ayuntamiento de Valladolid (25%), de la Junta de Castilla y León (25%) y de Adif (con un 37,5%). La compañía surgió con el objetivo de llevar el tren de alta velocidad a Valladolid, como el propio nombre de la empresa indica, y tanto Saura como Puente no cobran por su labor como presidente y vicepresidente en esta compañía pública. El alcalde de Valladolid ascendió a la vicepresidencia en 2016 y Saura llegó a lo más alto en 2018. Desde entonces han estado enfrentándose a Hacienda cada año porque la revisión del pago del IVA por las obras emprendidas por la compañía pública deja claro que no se han hecho bien las gestiones. Además de la demora, claro.

documento Valladolid

Las fuentes y los documentos apuntan a que los años posteriores a estas obras tienen el mismo problema de ejecución. La Agencia Tributaria tiene claro que no se abonó el IVA correspondiente por la inversión realizada mientras que la empresa sigue empeñada en demostrar que hicieron bien las cosas. En cualquier caso, todo esto supone un gasto en procuradores, en abogados y en intereses de demora que repercuten en todos los españoles dado que los recursos empleados para seguir en esta batalla judicial contra Hacienda son públicos. Sea como sea, Puente y Saura siguen absolutamente convencidos de que hay que dar la batalla, aunque ello conlleve pagar más intereses de demora y aunque haya ya dos años en los que Hacienda les ha obligado a pagar.

DEL MERCEDES A PARADORES

El «deslenguado» alcalde de Valladolid, tal y como se refieren a él en el PSOE, ha pasado a la fama este verano después de que el analista político Alvise Pérez sacara a la luz una foto (aunque ahora lo hay en vídeo, por si alguien lo quiere ver) en el que el regidor de la ciudad de Castilla y León circulaba por la autovía con un Mercedes AMG Clase G-63 valorado en más de 170.000 euros. El que Puente estuviera investigado por cohecho por haberse pegado unas polémicas vacaciones con un empresario no era un buen precedente para coger este coche más propio de multimillonarios propiedad de una empresa a la que el Ayuntamiento de Valladolid había dado alguna que otra adjudicación.

El PSOE insiste en que tomará medidas contra Puente, dado que es portavoz de la Ejecutiva Federal del partido desde 2016, pero cuando la tormenta del G-63 amaine. Pero lo cierto es que Puente no pasa por sus mejores momentos. Quizás por eso se ha quedado en un segundo plano lo que ha quedado del verano. El partido sabe que existe solo por algún que otro comentario futbolístico que suelta por las redes sociales. Pero esa actitud «deslenguada» ha desaparecido desde que Puente se subió a este coche.

El caso de Saura es menos polémico. Al que fue secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda del Gobierno de España le ha tocado la lotería pública. De hecho, gracias al nombramiento de Óscar López como jefe de gabinete de Presidencia del Ejecutivo, Saura se ha llevado el que es el puesto más ansiado por todos los que aspiran a vivir de la administración pública. Comidas, hoteles y un sueldo propio de un ejecutivo de banca pero con muchas menos horas de trabajo. Sea como sea, tanto Puente como Saura no juegan con su dinero a la hora de enfrentarse a Hacienda, sino con el de todos los españoles. El mismo que paga sus boyantes salarios.