Montero ve «excesivo blanqueamiento» en Almeida cuando dice que es «injusto» vincular a Vox con agresiones homófobas

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha acusado al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, de «excesivo blanqueamiento» tras las declaraciones del ‘popular’ en las que califica de «bastante injusta» la vinculación entre los discursos de Vox y las agresiones homófobas.

Montero ha compartido en Twitter, con el mensaje «Excesivo blanqueamiento. Excesiva LGTBIfobia», un fragmento de una entrevista de Martínez-Almeida de la cadena SER, en donde apunta que, aunque el PP no comparte algunas de las afirmaciones de Vox sobre el colectivo LGTB, le parece «excesivo» y «bastante injusta» la equiparación entre el mensaje de los de Abascal con la «salvajada» ocurrida en Madrid.

La ministra ya se había pronunciado sobre este hecho horas antes con un mensaje en su cuenta oficial de esta red social en donde aseguraba que no se podía tolerar «como sociedad» que se asesine a un joven «al grito de ‘maricón'» o que lo «metan en un portal» para pegarle «una paliza» por «su condición sexual».

«No permitamos los discursos LGTBIfóbicos y en contra los derechos de las mujeres. Todo nuestro cariño para el joven agredido», apunta Montero en su publicación.

UN ATAQUE A LA CONVIVENCIA

También la Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI, dependiente de Igualdad, ha mostrado su repulsa ante este suceso con el que, señala, se está «atacando la convivencia y los principios fundamentales de una sociedad democrática».

«Todos los poderes públicos debemos trabajar para acabar con este odio. Si en una sociedad no caben las diferencias, esta sociedad no merece ser llamada democrática. Seguiremos luchando por la libertad. Mi abrazo y que sepas que no estás solo», ha escrito el departamento que dirige Boti García.

La propia García ha enviado un mensaje a través de sus redes sociales en donde señala que, «si en una sociedad no caben las diferencias», esa sociedad «no merece ser llamada democrática». Además, envía un «abrazo» a la víctima y le insiste en que no está solo.