Aragonés quiere negociar bilateralmente con el Gobierno

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, ha coincidido con su homólogo valenciano, Ximo Puig, en el diagnóstico de infrafinanciación que sufre la Comunitat Valenciana y le ha ofrecido «complicidad» para alcanzar soluciones a corto plazo, pero mantiene su prioridad en la mesa de negociación bilateral con el Gobierno de España y no en un espacio multilateral.

Aragonés ha sido recibido este miércoles por Puig en el Palau de la Generalitat valenciana para mantener la primera reunión oficial de la que han salido «absolutamente satisfechos» porque ha servido para «tejer puentes» de colaboración en interés de los ciudadanos. Así, entre los asuntos tratados, han abordado la situación financiera de las dos comunidades y la reforma del sistema de financiación que, para Puig, es «irrenunciable» y por ello este martes había mostrado su confianza en que Cataluña «participe en el espacio multilateral» de negociación.

El presidente catalán ha insistido en numerosas ocasiones ante los medios de comunicación que entiende «la necesidad de mejora» de la financiación de la Comunitat Valenciana porque está «infrafinanciada», así como Cataluña sufre «un déficit fiscal crónico» que está «institucionalizado».

Sin embargo, ha recalcado que Cataluña está «muy focalizada» en la negociación bilateral con el Gobierno de España que está iniciando y que deben «respetar el horizonte político» marcado por las mayorías surgidas en los parlamentos de cada territorio. «Está claro que desde un punto de vista estructural y de horizonte político priorizamos la mesa de negociación», ha recalcado.

No obstante, sí que se ha mostrado su «complicidad» a soluciones a corto plazo que hagan frente a los efectos de la infrafinanciación o al ‘dumping’ fiscal, como la petición al Gobierno de extensión al próximo año de los fondos covid.

Preguntado por si su conseller de Hacienda, Jaume Gro, participaría en una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera para aprobar una nueva LOFCA (Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas), ha descartado pronunciarse porque «no hay una propuesta de reforma encima de la mesa».

Aragonés ha insistido en que a los foros y reuniones «donde haya información relevante iremos a defender los intereses de Cataluña», pero, por el momento, el Gobierno no ha planteado el cambio del modelo y ve «muchas dificultades» para que pueda hacerlo por «la polaridad» política que existe en la actualidad.

Además, ha insistido en que, a diferencia de hace 20 años, «la prioridad» de Cataluña «para avanzar en estas dificultades es avanzar sobre un referéndum» sobre su independencia. Así ha recordado que en el pasado participaron en «muchas ocasiones», lo que les ha llevado a «sumar razones para la independencia».

MADRID

Del mismo modo, ha señalado que comparte «claramente» con Puig su análisis sobre el efecto de capitalidad de Madrid y, en ese sentido, ha defendido que si en Europa «se reclama unas normas mínimas» contra el «dumping» fiscal, también las debe haber en España. Por ello, ha señalado que las iniciativas concentradas para limitar la competencia desleal y los efectos negativos de un modelo centralista contarán con su «complicidad».

Al respecto, Puig ha comentado que «como muy bien» ha explicado Aragonés tienen «proyectos diferentes», pero «de lo que se trata es de ir sumando y coincidiendo». En ese sentido, ha vuelto a mostrarse en contra de los «frentismos» porque «así no se superará» la infrafinanciación sino en «busca de una alianza plural» para una reforma estructural que garantice la singularidad de los territorios y la igualdad social, con independencia de donde se resida sin «perjudicar» a ninguna comunidad.

Puig ha recordado las reuniones que ya ha mantenido con la presidenta de Baleares, Francina Armengol, o la que mantendrá el próximo día 21 con su homólogo andaluz, Juanma Moreno, para tratar de solucionar la financiación desde «la racionalidad».

«No puede haber tantas velocidades cuando hay un problema, el ascensor territorial está paralizado y hay comunidades muchos años por debajo de la renta per cápita y hay un motor que está gripado, que es el motor público por no tener financiación suficiente», ha insistido.

Por contra, ha señalado que hay otras comunidades que tienen una actividad económica, empresarial y pública muy alta porque se ven beneficiados». «Esto es lo que no puede ser, para que haya una integración debe haber un respeto a las posibilidades de prosperidad de cada sociedad y esta es una cuestión crucial también para entender el modelo de Estado».