Casado se queda solo en el PP: jueces y asesores populares presionan para renovar el CGPJ a finales de año

En Génova son muchos los que entienden que su presidente, Pablo Casado, debería dar marcha atrás y cumplir lo que dicta la Constitución respecto a la renovación del CGPJ. Lo que cuentan las fuentes es que en el PP todos están de acuerdo con la idea de que sean los jueces quienes elijan a los jueces. Pero la gran mayoría, incluidos aquellos que asesoran a Casado en materia de Justicia (como el consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López), consideran que el líder del PP debe ceder y pactar con el PSOE la renovación del Consejo General del Poder Judicial. El presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, ha dejado claro este lunes en un acto junto al Rey que “la independencia del poder judicial como garantía de nuestra democracia” y ha pedido a los partidos que dejen la lucha «partidista» a un lado y procedan a renovar un CGPJ en funciones desde hace casi tres años. La respuesta: el PSOE se abre a la reforma popular siempre y cuando renueven antes de las elecciones el Consejo. Y en el PP ya hay respuesta y quieren que se aborde la renovación a finales de este año

La idea de Casado y su núcleo duro era la de aguantar hasta las elecciones generales de 2023 sin renovar el CGPJ para conseguir más peso político y parlamentario para abordar los cambios en la Justicia. El problema es que las palabras de Lesmes de este lunes han sentado muy mal en Génova dado que las han interpretado como un mensaje hostil hacia ellos. Casado confiaba, tal y como le sugerían los cantos de sus asesores (especialmente de su secretario general, Teodoro García Egea), en que su postura convencía a los jueces. La idea del PP era la de mantenerse en la idea de que hay que imponer una reforma que dé independencia total a los jueces porque las encuestas realizadas (especialmente la última de Metroscopia) en el CGPJ indicaban directamente que los magistrados apostaban en una rotunda mayoría por un sistema similar. El problema es que las palabras de Lesmes han hecho ver a los populares que puede que estos dos años que quedan por delante de legislatura no sean tan tranquilos como esperaban.

el Gobierno está completamente abierto a negociar un CGPJ que se renueve con los votos de los jueces siempre que el PP ceda

«El primer partido de la oposición está boicoteando y secuestrando los cumplimientos constitucionales. La estrategia del PP no es otra que reventar todos los puentes que han unido a este país en democracia. La renovación del CGPJ es un imperativo constitucional», ha asegurado la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez García. Unas palabras que han precedido a un mensaje que puede ser la puerta de entrada para abrir de nuevo las negociaciones. Para Rodríguez, el Gobierno está completamente abierto a negociar un CGPJ que se renueve con los votos de los jueces siempre que el PP ceda ya y renueve el Consejo en funciones.

Lesmes ha hablado de «lucha partidista» y ha pedido a las formaciones políticas que la dejen a un lado y que cumplan con la Constitución. El mensaje es claro y algo hostil, según la lectura que han hecho en Génova. La idea que tienen en el PP es que el CGPJ no está con ellos. Ese supuesto apoyo de los jueces no era más que un espejismo dado que el presidente del Supremo ha expresado su malestar por la actitud «inconstitucional», tal y como la definen algunos miembros del CGPJ, del PP. Y decimos del Partido Popular porque en Génova son conscientes de que a quien culpan de la no renovación es al PP y no al PSOE.

La actitud de Casado ya cansa en Génova. Y más después de los comentarios de Lesmes. Nadie parece apoyar la actitud «infantil» (según la han calificado algunos en el PP) del presidente del partido dado que parece querer esperar a tener mejores resultados parlamentarios para pactar. Todo esto ha llevado a los populares a ejercer aún más presión contra su presidente y su secretario general con tal de que Casado deje atrás su empeño y su bloqueo a renovar al poder judicial. Se ha puesto en contra incluso a los jueces, algo que no gusta en el partido.

EL «GATILLAZO» EN LA RENOVACIÓN

Casado no sigue unas convicciones firmes. Al principio de la legislatura llegó a acordar con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por mensaje la renovación del Consejo, pero se echó atrás en el último momento por cuestiones internas de liderazgo. Este relato, que ya es historia para el secretario general del PP, no lo es tanto para los dirigentes de Génova que ven cómo Casado ha improvisado desde que llegó al mando tan solo con el objetivo de consolidar su liderazgo. Su postura respecto a la renovación del CGPJ no es ideológica, sino oportunista. Y esto es lo que irrita en el propio partido.

A todo esto hay que sumar las presiones europeas. Ni los partidos, ni los jueces ni Europa ven con buenos ojos la actitud de Casado. Todos entienden que hay que cumplir lo que dicta la Constitución del 78 independientemente de si te gusta o no. Y más un partido como el PP. Los asesores en materia de Justicia del PP, esos mismos encargados de elegir los vocales, son los primeros que quieren que Casado ceda, pero no lo hace. ¿Por qué? A estas alturas todos tienen claro que es porque quiere negociar con más fuerza en el Congreso. Pero si el PSOE recoge el guante a Casado, el PP quedará peor de lo esperado. El presidente popular hace frente a las presiones y a la nueva propuesta del PSOE. Renovar y luego buscar una forma de que sean los jueces quienes decidan sus propios vocales. Hasta entonces, no hay cambios en el horizonte.

Lo único curioso es que Ciudadanos en boca de Inés Arrimadas ha entrado a apoyar a Casado por bloquear la renovación del CGPJ. «El problema no son solo los mil días de bloqueo del CGPJ, sino los 36 años de pasteleo de PSOE, PP y nacionalistas en él. Hay que acabar con esta anomalía y aprobar ya la reforma para despolitizar la elección del CGPJ, renovarlo y cumplir con la Constitución y con Europa», ha asegurado la presidenta de Ciudadanos a la par que dejaba claro que la medida de despolitizar la Justicia es original de la formación naranja. Aún así, en el PP no comparten el espíritu de Ciudadanos en su mayoría.