La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, ha recordado que «todo el proceso de vacunación ha estado siempre basado en la evidencia científica» y, por tanto, «todas las decisiones que se han ido tomando son en base a los estudios de la necesidad de la población y conforme íbamos teniendo vacunas».
La ministra, que este jueves ha visitado el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), se ha referido en estos términos al ser preguntada por la dosis adicional de la vacuna contra el coronavirus que se va a inocular a pacientes con determinadas inmunosupresiones, trasplantados de órgano sólido y medula ósea y pacientes con algunos tratamientos oncológicos.
«La evidencia científica señala que, efectivamente, hay un población que estás infrainmunizada por sus características, porque padecen enfermedades muy graves o porque han sufrido trasplantes o por distintas casuísticas tienen un sistema inmune infraprotegido», ha explicado.
En cuanto a la posibilidad de que se dé está dosis adicional a más población, ha reiterado que el Gobierno seguirá «tomando decisiones en base a la evidencia científica», y «si es necesario» se administrará a otros sectores poblacionales también por sus características de inmunidad.
Por otro lado, preguntada por los efectos secundarios de las vacunas, Morant ha explicado que desde el Gobierno se está «muy atento» a las informaciones que vayan saliendo. «Pero cabe destacar que las agencias reguladoras, tanto la Española como la Europea, siempre que sale un medicamento al mercado o una vacuna y es administrada a la población, hace un seguimiento de los efectos adversos».
Por tanto, ha querido dejar claro que con las vacunas no se está «experimentando con las personas» y que «cuando sale una vacuna tiene garantías de seguridad». «Y, aún así, seguimos después investigando sobre los efectos secundarios de las vacunas porque lo principal en un sistema desarrollado es que cualquier medicamento o tratamiento terapéutico garantice la seguridad de las personas», ha concluido.
