El gobierno de Ceuta espera tener pronto sus informes para incoar la repatriación de 700 niños marroquíes

El presidente del Gobierno de Ceuta, Juan Vivas (PP), ha adelantado este lunes que la administración autonómica espera tener terminados «en un mes o mes y medio» los informes que debe elaborar su Servicio de Protección a la Infancia de cada uno de los menores migrantes marroquíes solos que permanecen en la ciudad desde la avalancha de mayo para que la Delegación pueda, a su vez, incoar los correspondientes expedientes de repatriación que se prevé tramitar.

«Hay que aplicarse a fondo para resolver el problema cuanto antes», ha afirmado en declaraciones a RTVCE, «por la dimensión que tiene el problema y por la causa que lo origina». A tal efecto ha reiterado que seguirá trabajando «al margen de colores políticos» con el Ejecutivo de la Nación.

La Consejería de Presidencia del Ejecutivo local ya ha incorporado doce trabajadores sociales a través de su bolsa de empleo y ocho intérpretes contratados por Tragsatec para la redacción de los dictámenes en los que deberá constar «cualquier información» disponible sobre la situación de cada menor.

El Reglamento de la Ley de Extranjería establece que la delegada del Gobierno no podrá incoar formalmente ningún procedimiento hasta que cuente con ese informe y con el que debe requerir a Marruecos «sobre las circunstancias familiares» de cada niño para valorar si «el interés superior del menor se satisface con la reagrupación con su familia o su puesta a disposición de los servicios de protección de su país de origen».

La decisión final que adopte al respecto, sobre la que deberá resolver en un plazo máximo de seis meses, exige pedir opinión al Ministerio Fiscal y escuchar la opinión de los menores, así como ofrecerles asistencia legal o el nombramiento de un defensor judicial, antes de concluir si velando por su interés superior conviene su vuelta al Reino alauita, su permanencia en España o su reagrupamiento familiar en un tercer país.

Vivas ha cifrado en «unos 700» los niños marroquíes no acompañados que permanecen desde mayo en la ciudad acogidos por la administración local o en situación de calle y ha vuelto a mostrarse convencido de que «lo mejor mirando por su interés superior es que estén en su país y con su familia».

«Marruecos no es un país fallido ni está en guerra», ha destacado el presidente de la Ciudad, que ha vuelto a defender el proceso de «retorno asistido» que intentó acometer a mediados de agosto de la mano del Ministerio del Interior hasta la Justicia ordenó su suspensión cautelarísima.

«El retorno asistido –ha argumentado– es una figura que jurídicamente no esta recogida en la Ley de Extranjería, pero que está concebido para dar respuesta a situaciones como las que hemos vivido* No entendíamos que aquello fuese una repatriación, que parece tener un sentido de más envergadura, sino facilitar el regreso de menores que llegaron como lo hicieron tras aseguramos de que no eran vulnerables».