Más Madrid acusa a Almeida de promover una ordenanza por la que Madrid pasará a ser «hazmerreír de Europa»

La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, ha acusado al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, de promover una ordenanza de Movilidad que pasará de una ciudad que era «referente» en este ámbito a «hazmerreír de Europa».

«Mientras el resto de Europa avanza, Madrid retrocede. Mientras que las otras capitales europeas, como París, Viena, Londres o Copenhague, avanzan hacia ciudades menos contaminadas, más vivibles y modernas, Madrid da pasos atrás», ha lamentado Maestre en un comunicado.

Maestre ha culpabilizado de estos pasos atrás a «un alcalde, José Luis Martínez-Almeida, que no tiene soluciones del siglo XXI para los retos que tiene nuestra ciudad».

Esto se traduce en que Madrid «cae en picado en los índices de calidad de vida de las capitales europeas pasando de ser un referente internacional de políticas de movilidad y mediombientales, como fue la puesta en marcha de Madrid Central en 2018, imitada después por muchas otras capitales europeas, a ser el hazmerreír de Europa».

«La contaminación no es una cuestión ideológica sino de salud», ha subrayado la portavoz de Más Madrid, después de apostillar que ya hoy «Madrid es la ciudad con más muertes por contaminación en Europa, por lo que son incomprensibles los objetivos de Almeida aprobando una ordenanza que implicará la entrada diaria de 50.000 coches más».

A lo que ha sumado «los métodos por los que ha conseguido los votos para sacar adelante esa pésima ordenanza».

Además, esta tarde se ha unido a la manifestación frente al Consistorio organizada por la Plataforma en Defensa de Madrid Central donde ha subrayado que la nueva ordenanza es «un retroceso» para la calidad del aire, la modernidad y la movilidad sostenible. «Vamos a perder otra oportunidad para nuestra ciudad», ha aseverado.

«Es un retroceso inadmisible que va a perjudicar la salud de millones de madrileños», ha insistido Maestre, a la vez que ha sostenido que esto se debe a un Gobierno municipal que «piensa en el pasado y no en el futuro de Madrid».