Casado y Almeida se visten de Gallardón para tumbar al ala aguirrista del PP

La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre ha entrado con fuerza para sacar a relucir lo que todos saben. Que la historia se repite es algo contrastado. Y el Partido Popular no parece librarse de repetir los errores del pasado. El PP está dividido. Hay dos corrientes fuertemente marcadas. Y ha sido la carrera por la presidencia del partido en Madrid la que ha obligado a los dirigentes populares a enseñar sus cartas y mostrar los puñales que están por clavarse. La sensación en Génova es que esa batalla entre Aguirre y el exministro Alberto Ruiz Gallardón se va a repetir con el alcalde José Luis Martínez Almeida y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como protagonistas. Entretanto, el presidente del PP, Pablo Casado, cuyo liderazgo está cuestionado, se ha decantado por apoyar a la facción de Almeida mientras Ayuso pisa fuerte y arremete contra la voluntad de la directiva. La guerra está servida y Aguirre se ha encargado de airearla. «Ponerle trabas internas a Ayuso es ayudar a Sánchez«, ha asegurado en referencia a la actitud de los «niñatos» del PP, entre los que podría encontrarse Pablo Casado, según detallan las fuentes. «En el sector de Almeida hay niñatos que no han ganado una elección».

La contienda aparentemente enfrentará directamente a Ayuso contra Almeida. Pero la realidad es completamente otra. La presidenta de la Comunidad de Madrid quiere presidir el PP de Madrid desde que entró en política. Lo que cuentan las fuentes es que Casado quiere frenar a Ayuso a pesar de que en un primer momento deslizó en boca de su secretario general que respaldaba a la presidenta de la Comunidad de Madrid. El presidente popular quiere lastrar ese ascenso de la heredera de Aguirre y a finales de verano ha dado un bandazo para apoyar de forma indirecta a Almeida. El alcalde de la capital dejó claro en un desayuno que tenía intención de presentarse a la carrera por hacerse con el PP de Madrid aunque eso le llevara a una contienda contra la presidenta autonómica. El problema es que quien tiene ganas de acabar con la ambición de Ayuso no es solo Almeida, sino que Génova mueve los hilos.

es un encargo de Pablo Casado al alcalde que poca gracia le ha hecho al regidor

Desde MONCLOA.com hemos podido comprobar que esta repentina intención de Almeida (que ya había descartado hace meses el presentarse a presidir el PP de Madrid) no es iniciativa suya. Las fuentes cuentan que es un encargo de Pablo Casado al alcalde que poca gracia le ha hecho al regidor del Consistorio por todo lo que ello supone. El equipo de Almeida lo que quiere es bien distinto. Busca que el alcalde pase desapercibido, en un segundo plano, hasta que llegue el momento de ascender. Se plantea ministerios, hacerse con el control de alguna delegación territorial e incluso aspirar a algo más. Pero desde luego no quiere un enfrentamiento abierto con la promesa del PP y con quien amenaza con hacerse con el control de l formación en no muchos años.

Toda esta guerra no es ajena a Aguirre, quien ha aprovechado para alzar su voz y dejar claro que ese equipo «gallardonista» que está creando Casado para acabar con Ayuso no llegará a nada, además de dejar claro que estas rencillas internas a la única persona que benefician es a Pedro Sánchez. La historia se repite y Aguirre no quiere ver cómo Ayuso sigue el mismo destino que ella. Gallardón ganó la partida a la agresiva presidenta liberal de la Comunidad de Madrid. Pero la expresidenta no quiere que Ayuso corra la misma suerte y ya avisa: los «niñatos» de Génova deben mantenerse al margen si no quieren dañar al partido.

ALMEIDA, EL UTILIZADO

El alcalde lleva siendo utilizado por Génova desde hace meses. Cuando llegó a la alcaldía, tuvo unos años dorados en los que se convirtió en el alcalde de moda. Pero nada más lejos de la realidad, el sueño de Almeida se desvaneció con el tiempo hasta el punto de que pasó de ser el futuro vicepresidente del Gobierno (como poco), según los comentarios internos, al muñeco con el que Casado juega para neutralizar según qué amenazas.

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Primero fue el regalo de la portavocía del partido. Lo que a ojos de un militante podría ser un premio por parte de Casado, a nivel interno en el Ayuntamiento de Madrid fue visto como un regalo envenenado. Casado quería controlar el discurso y el verso libre del alcalde hasta el punto de que sometió a Almeida con un cargo. Ahora lo ha vuelto a hacer obligándole a presentarse al PP de Madrid, que aunque aún no lo ha confirmado, el alcalde tiene toda la intención de ir porque Casado así se lo ha pedido en una reunión privada. La lectura interna del equipo del regidor del Consistorio de la capital es que si obedece a su líder, habrá premio después. Pero lo cierto es que hay algo de incomodidad dentro del equipo de Almeida porque si pierde contra Ayuso el PP de Madrid, las consecuencias serán peores de lo esperado.

Todo este movimiento político viene motivado por el miedo de Casado a que Ayuso le destrone. Desde que la presidenta arrasó casi con una mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid las encuestas cambiaron para Casado. Fue Ayuso quien impulsó al presidente del PP y esto ha lanzado un mensaje que hace que más de uno esté en guardia: si la victoria de Ayuso ha llevado a Casado a crecer en las encuestas, ¿qué pasaría si fuera directamente Ayuso la candidata a las elecciones generales? Aguirre también cree saber la respuesta y por eso se ha referido a los «niñatos» de Génova. Esos jóvenes que ahora manejan el partido y que acusa de no tener visión de futuro y de no mirar por le partido. Desde luego, Casado ha perdido el apoyo de esa Aguirre que le apadrinó. Quien tiene el cariño de la lideresa es Ayuso.