miércoles, 11 diciembre 2024

El Reina Sofía desvela el IV episodio de su reordenación

El museo Reina Sofía ha presentado, este martes 14 de septiembre, el cuarto episodio de la reordenación de su Colección. Bajo el título ‘Los territorios de la vanguardia: ciudad, exposiciones y revistas’, la pinacoteca adentra a su público en las vanguardias artísticas, entre finales del siglo XIX y comienzos del XX.

Así, las nuevas salas tratan la «génesis de las vanguardias», destacando el papel de los diversos territorios en el surgimiento de las mismas: la ciudad con sus entornos burgués y obreros, las exposiciones y las galerías de arte así como las publicaciones y la revistas -que permitía a los artistas comunicarse entre ellos y abrir fronteras-, los nuevos espacios ciudadanos de consumo visual, como los lugares de ocio o los escaparates de las tiendas.

«No se puede entender la modernidad sin analizar el hecho de qué ocurre fundamentalmente en y a través de la ciudad, la exposición y la revista o el periódico. La primera no era solo el lugar de conflicto sino también de descubrimiento y sorpresa», ha señalado el director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel.

La muestra reúne más de 400 obras de diferentes artistas, algunas expuestas por primera vez. Entre ellos, se encuentra Salvador Dalí, Juan gris, Rafael Barradas, María Blanchard, Luis Buñuel, George Grosz, Paul Klee, Jacques Lipchitz, Joan Miró, Pablo Picasso, y Olga Sakharof, fotógrafos como Brassai, Man Ray, Paul Strand, José Ortiz o Lewis Wickes Hine, arquitectos como Ildefonso Cerdá, pensadores como Carl Einstein, el surrealista George Bataille o galeristas como Josep Dalmau.

«En la reorganización, primero ha cambiado el concepto, antes era más lineal ahora no. Por otra parte, hemos introducido la arquitectura, toda la parte de Cerdá», subraya Borja-Villel.

EL RECORRIDO DE SALAS

La primera sala está dedicada a la fotografía social, muestra trabajos como ‘Subiendo al tren’, de Lewis Wickes Hine, o la serie ‘Fotografía-Nueva York’, de Paul Strand, denunciando la pobreza de la clase obrera en las ciudades.

La segunda sala aborda soluciones que trataron de ponerse en marcha desde la arquitectura frente la crítica situación que se vivía en las urbes: planos, fotografías, vídeos, y diverso material documentan la propuesta de arquitectos como Ildenfonso Cerdá.

En una tercera sala se recrea un salón de pintura al estilo decimonónico, evidenciando la preocupación social de los artistas en un momento caracterizado por el auge de la revueltas y los atentados anarquistas. Destaca la obra de José María López Mezquita, con ‘Cuerda de presos’, o ‘Recuerdo de las pitas a Martos O’Neale’, de Antonio Fillol.

Además, en esta sala el público puede visualizar la película ‘La Commune’, del español Armand Guerra, sobre lo que fue la primera revolución proletaria en contra de la burguesía, con gran influencia en posteriores levantamientos sociales de Europa.

Después, el itinerario de este cuarto episodio traslada al visitante a la España de la Primera Guerra Mundial, donde el país fue neutral y sirvió como refugio del conflicto internacional.

En este contexto, Galerias Dalmau adquirió relevancia. De esta exposición (1906 – 1930) se exhiben algunas de sus obras, como los dibujos ‘Totalizador’ y ‘Carretilla’ de Francis Picabia.

La siguiente sala está dedicada a la revista de arte surrealista ‘Documents’, editada por George Bataille. En torno a la revista, se reunieron tres artistas destacados: Joan Miró, Pablo Picasso y André Masson, algunas de sus obras se pueden contemplar esta sala.

A continuación se exhiben, por primera vez, las obras de Dalí: ‘Sin título ‘, ‘Cuatro mujeres de pescadores de Cadaqués’ y ‘Composición abstracta’. Asimismo, este espacio se complementa con el cortometraje de Luis Buñuel ‘Comiendo erizos’, en donde aparece la familia del propio Dalí comiendo erizos.

El siguiente punto del recorrido narra el viaje de los artistas de la ciudad al campo, conectando la cultura intelectual con lo popular, y sitúa al visitante en la República española.

Le sigue un recorrido por la expansión internacional del surrealismo, con artistas como Andre Bretón, Dora Maar o Maruja Mallo, la muestra finaliza con ‘La noche española y el arte popular’, la unión de las vanguardias con lo popular.

«Después de todo el itinerario llegamos al final, que es el flamenco. El flamenco posiblemente, igual que el jazz en Estados Unidos, es el lugar donde los artistas de vanguardia, a través del cante profundo, se dan cuenta de que más que educar -de modo literal-, el elemento de cambio está en el propio arte popular», ha concluido el director del Museo Reina Sofía.