Los trasplantes de médula de donantes no emparentados crecerán en los próximos años

Ante el Día Mundial del Donante de Médula Ósea, que se celebra este sábado, los expertos del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético (GETH) de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) afirman que los trasplantes de médula a partir de donantes no emparentados han crecido «de forma espectacular en los últimos años, y se prevé que siga haciéndolo».

En este sentido, recuerdan que el principal reto es que aumenten los donantes varones de entre 18 y 40 años. «Aunque la mayoría de los donantes registrados son mujeres, las posibilidades de que un varón llegue a ser donante efectivo se multiplican por tres», explica la presidenta del GETH, Anna Sureda, presidenta electa de la Sociedad Europea de Trasplante Hematopoyético (EBMT en sus siglas inglesas) y jefa del Servicio de Hematología Clínica en el Instituto Catalán de Oncología L’Hospitalet.

«A aquellas personas que estén pensando en registrarse como donantes de médula ósea me gustaría recordarles que, con este gesto, pueden ayudar a salvar una vida sin que les suponga ningún riesgo», afirma la experta. «Si cumplen con los requisitos, solo se les extraerá una pequeña muestra de sangre, similar a la de cualquier análisis rutinario, con la que se hará un estudio de compatibilidad de antígenos leucocitarios humanos (HLA por sus siglas inglesas), cuyo resultado quedará archivado en el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO), gestionado por la Fundación Josep Carreras.

Si alguien lo necesitara, tanto en España como en otro país, se le llamaría para hacer la donación efectiva, «siendo lo más habitual la extracción de células obtenidas de la sangre, un proceso muy sencillo y sin riesgos ni molestias significativas», ha explicado la doctora. Así, ha incidido en que el trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH) alogénico (o de un donante) es «el tratamiento curativo por excelencia para un porcentaje no despreciable de personas con enfermedades hematológicas».

Sin embargo, no todos los pacientes candidatos a un trasplante alogénico tienen un hermano compatible; de hecho, esta cifra es cada vez menor si se tiene en cuenta que el número de hijos por familia ha disminuido de manera significativa en los últimos años. «Por ello, disponer de un número cada vez mayor y suficiente de donantes no emparentados es un aspecto fundamental para poder ampliar el número de pacientes candidatos a trasplante», afirma la doctora.

En 2020 se han podido realizar 459 TPH alogénicos a partir de donantes no emparentados. «En este ámbito, seguimos luchando para mejorar las dos grandes causas de fracaso del TPH: la enfermedad de injerto contra huésped (EICH) e infecciones oportunistas y las recaídas post-trasplante», apunta la experta.

Con respecto a la EICH, «se está trabajando en la identificación de biomarcadores que nos permitan detectar precozmente a aquellos pacientes con mayor posibilidad de desarrollo de la enfermedad y en la mejora de las estrategias de profilaxis y tratamiento de la misma», explica. «Para evitar el desarrollo de infecciones oportunistas y la exposición de los pacientes a tratamientos tóxicos, trabajamos en esquemas potentes de profilaxis», comenta. Por último, «el desarrollo e implementación de estrategias de biología molecular para identificar el riesgo de recaída post-trasplante permitirá reducir esta causa de fracaso del TPH», ha explicado.

Sobre la convivencia del TPH y la inmunoterapia CAR-T, la doctora Sureda cree que ambas estrategias de terapia celular convivirán en el futuro. Las células CAR-T «han empezado a modificar las indicaciones del TPH en algunas enfermedades hematológicas, como los linfomas no Hodgkin. Sin embargo, el tratamiento con células CAR-T no está exento de fracasos y, en el momento actual, más del 50 por ciento de los pacientes tratados con esta terapia recaen o progresan tras el procedimiento», señala. «Esta población de pacientes puede ser eventualmente candidata a un TPH».

LA DONACIÓN DE MÉDULA ÓSEA EN CIFRAS

A pesar de la pandemia, 30.631 personas se incorporaron al REDMO en 2020, alcanzándose la cifra de 431.703 donantes disponibles en España, lo que supone un 6 por ciento más respecto a 2019. El REDMO realizó 1.034 activaciones de búsqueda de donantes para pacientes españoles, superándose por primera vez las 1.000 búsquedas en un año, lo que supone un 6 por ciento más en comparación con el ejercicio anterior.

El 93 por ciento de los donantes han sido localizados antes de dos meses, con una mediana de 26 días de búsqueda. Según la memoria del REDMO y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), en 2020 se realizaron 3.375 TPH. De ellos, 2.049 eran autólogos o del propio paciente, mientras que 1.326 fueron alogénicos (459 de donantes no emparentados). «Aunque estas cifras suponen un leve descenso con respecto a 2019, los hematólogos podemos sentirnos orgullosos de haber mantenido la actividad trasplantadora de progenitores hematopoyéticos a pesar de la pandemia», afirma Sureda.

En el mundo ya hay más de 38 millones de donantes registrados (431.703 en España) y Europa sigue siendo el continente con mayor cultura de donación de progenitores hematopoyéticos. En números absolutos, España se mantiene en el quinto puesto del ranking europeo en donantes de médula ósea registrados, por detrás de Alemania, Polonia, Reino Unido e Italia. Asimismo, España dispone de 64.638 unidades de sangre de cordón umbilical (SCU), un 8 por ciento de todas las almacenadas en el mundo (800.000), siendo el mayor registro de Europa y el tercero del mundo, por detrás de Estados Unidos y Taiwán.