La columna eruptiva en la isla de La Palma, donde el volcán de Cumbre Vieja comenzó a emanar lava el pasado domingo, alcanza los 3.000 metros de altitud y los vientos dirigirán estos gases hacia el sur, en dirección a las islas de El Hierro y de La Gomera, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
El portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, ha señalado que los gases de se ven alterados por el propio calor de la erupción volcánica y esto provoca una corriente de vientos permanente que se dirige desde las inmediaciones hacia la zona de la erupción, por encima de esta zona superficial y hasta en los 2.000 metros de altitud.
De momento, los vientos siguen soplando del nordeste mientras que a unos 3.000 a 5.000 metros de altitud, la dirección del viento predominante será la suroeste, que sopla a una velocidad de unos 40 o 50 kilómetros por hora y girará al noroeste a 5.000 metros de altitud a últimas horas del viernes.
Así, pronostica que las emisiones del volcán durante la jornada del jueves y la del viernes se dirigirán hacia el sur y alcanzarán en superficie a zonas de El Hierro, La Gomera y Tenerife.
En concreto, ha destacado que las mayores concentraciones de gases como dióxido de azufre están en las proximidades de La Palma y en altitudes mayores en las que habitualmente se encuentra la población. De hecho, añade que a unos 1.500 metros de altitud las emisiones se pueden dispersar por el resto de las islas del archipiélago, aunque «obviamente» en concentraciones muy inferiores a las del entorno del foco del último.
Hasta el momento, Del Campo insiste en que a nivel de la superficie, donde vive la población y según la información de la Red de Control de Calidad del aire de Canarias, «no se ha visto alterada la calidad del aire con la erupción volcánica». Tampoco en la Península, donde el modelo de dispersión de contaminantes utilizado por la Agencia Estatal de Meteorología y que se llama ‘Mocage’ «no observa una llegada significativa».
Por tanto, el portavoz asegura que «queda descartada la ocurrencia de lluvia ácida en el entorno de la península y Baleares» y en cuanto a la predicción en el archipiélago solo prevé precipitaciones en el norte y en el este de las islas más montañosas. En todo caso, serán lluvias débiles y procedentes de nubes bajas. Del Campo admite que es «complejo» integrar en los modelos de predicción meteorológica las concentraciones de dióxido de azufre existentes en los distintos niveles atmosféricos, pero afirma que con la información disponible, en estos momentos puede decir que «es muy poco probable que se pueda producir algún episodio de lluvia ácida en el archipiélago canario.
En cualquier caso, agrega que en caso de producirse algún episodio de lluvia ácida, sería «un episodio puntual» y recuerda que los aspectos nocivos de este fenómeno «suelen presentarse a largo plazo y no en un episodio puntual».