El Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán, ha pedido este jueves en el Congreso de los Diputados «evitar los fenómenos de xenofobia» que se están produciendo en España y ha propuesto cambiar el enfoque de «control de las llegadas irregulares» por otro en el que se busquen vías para una migración ordenada.
«A pesar de los obvios beneficios, los migrantes, en concreto, los africanos, siguen siendo objeto de una particular de xenofobia. Señorías, deberíamos reflexionar sobre la necesidad de llevar a cabo algún tipo de cambios en el enfoque de los fenómenos migratorios, porque en muchas ocasiones se ha visto nada más desde la perspectiva del control de las llegadas irregulares», ha subrayado Fernández Marugán.
Así se ha pronunciado el Defensor del Pueblo en funciones este jueves durante su comparecencia en el Pleno del Congreso de los Diputados para hacer un balance del trabajo realizado en 2020. En un año marcado por la pandemia de la COVID-19, la Institución que preside incrementó sus actuaciones un 40,5%.
A lo largo de su intervención, el Defensor ha repasado las cuestiones más relevantes que recoge el Informe Anual de la Institución y se ha mostrado preocupado por la situación de los jóvenes.
Según ha recordado, la población joven afronta altas tasas de desempleo y precariedad laboral que sitúan a la franja de edad de 20 a 29 años como el grupo de personas más vulnerables económicamente.
«No es extraño que los nacidos entre 1986 y 2003 que han sufrido dos grandes crisis económicas en momentos decisivos de su formación, consideren que están olvidados por el Estado», ha evidenciado.
En su opinión, los principales problemas que afectan a este sector de la población son el difícil acceso al mercado laboral y la mala calidad de los empleos, así como las dificultades para acceder a una vivienda. Todo ello, según ha añadido, lleva a una fuerte caída de la natalidad ya que los jóvenes no es que no quieran tener hijos, es que «no pueden».
Por ello, el Defensor ha urgido a aplicar medidas de política social, de acceso a trabajos estables y dignos, de fomento a la vivienda y de conciliación que permitan a las generaciones más jóvenes «mirar al futuro con ilusión».