Los ‘excluidos del Whatsapp’ se hartan de Rita Maestre y su «dictadura»

Rita Maestre lo ha conseguido. No hay ni una sola voz discordante que amenace su liderazgo en el partido después de que los cuatro concejales díscolos han abandonado definitivamente la formación. Las encuestas que manejan en Más Madrid no son buenas para Maestre. De hecho, en el Partido Popular se muestran tranquilos porque «no hay oposición». Esto ha generado cierto malestar en las bases de la formación, que se han hartado de ver cómo Maestre no es capaz de dar un paso a un lado para convertir al partido en una alternativa de gobierno real para la capital. De momento, la sensación en el partido es que Rita vive de las rentas de Mónica García y que el resultado en la Comunidad de Madrid ha silenciado las críticas. El problema es que el hartazgo con Maestre se deja notar. Aunque las últimas encuestas hundían más a Rita, no hay debate de sucesión porque la actual líder del partido en Madrid ha apartado (incluso excluyendo de los grupos de Whatsapp) a quienes no se muestran cómodos con el papel de Rita.

La sensación en las bases es que Rita es como una «niña pequeña» que juega a la política. Es común que quienes conviven con ella en Cibeles cuenten anécdotas de Rita más propias de un instituto de secundaria. Ya sea en los descansos de los plenos o en cualquier otra circunstancia. La sensación en las bases del partido es que esto para Rita es un «juego» que le entretiene y que poco le importa que haya mermado por segundos las posibilidades de Más Madrid para volver a gobernar. El alcalde de Madrid arrasaría en las elecciones, pero no porque los madrileños estén convencidos de su gestión, sino porque no hay una sola cara en la oposición que convenza para aupar al PSOE o a Más Madrid en las encuestas. La última encuesta auguraba que Almeida subiría cinco escaños con respecto a los comicios de 2019, pero seguiría dependiendo de terceros para gobernar. Sobre Más Madrid… perdería hasta ocho concejales. Todo por la «brillante», entiéndase la ironía, gestión de Rita.

La concejala tiene claro que no quiere debate interno ni protesta de ninguna clase

Esto ha generado cierto malestar. Algunos, los más lanzados, se fueron directamente del partido, como ha sido el caso de los cuatro concejales que ahora han salvado a Almeida del fracaso de Madrid Central. Estos dieron la cara y ante la falta de apoyo interno tuvieron que irse. Ahora lo que queda es el grupo de fieles a Rita, esos que quieren seguir con un sueldo público independientemente de lo que pase, y los que están excluidos de los grupos de Whatsapp. Son muchos los que no forman parte del núcleo de Rita. La concejala tiene claro que no quiere debate interno ni protesta de ninguna clase. Le gustan los eslóganes efectistas, que nadie proteste y que le sigan la corriente, a ser posible con una piña colada de por medio.

El problema es que las encuestas dejan claro que Más Madrid se hunde y los que están a la cola ven que no podrán mantenerse a flote en el Ayuntamiento, razón por la que se está recrudeciendo por segundos la disidencia. Más Madrid se hunde y quienes llevan los mandos no quieren tomar medidas porque tienen garantizados otros cuatro años al frente del partido, al menos es la sensación que tienen desde abajo. La falta de proyecto, la falta de intención y sobretodo el liderazgo de Rita Maestre están minando un partido que vive de las rentas de Mónica.

El sorpasso de Mónica García al PSOE en las elecciones pasadas ha sido una gran noticia para Más Madrid. Ahora se ven a sí mismos como un partido al alza que tiene muchas opciones, especialmente en la capital. El problema es que no parece que esto vaya de siglas, sino de personalismos. Y Rita Maestre no es precisamente una líder que despierte pasiones a diferencia de Manuela Carmena. El relato interno de que Más Madrid crece está instaurado entre los seguidores de Maestre. Sin embargo, aquellos que han sido excluidos de los grupos de Whatsapp no piensan igual. La oposición a golpe de tuit o a golpe de post en Facebook no es suficiente para levantar un partido en declive.

Rita Maestre

El líder del partido, Íñigo Errejón, está muy ocupado por salir ante los medios. Quienes le conocen dejan claro que Errejón solo tiene una ambición: salir en las televisiones y en los periódicos. Cuando se apagan las cámaras, Errejón desaparece. Aún así, ayer, en la presentación de su libro más ególatra dejó entrever una expresión que los que conocen a Rita Maestre comparten sin reservas. El diputado habló del «estalinismo cuqui» de Iglesias. Y los de Maestre a veces hablan de la «chupidictadura» de la concejala. Pero todo se basa en el mismo principio. Un liderazgo férreo que no tolera la disidencia.

No se descartan futuros movimientos. El problema es que quienes están en el partido aún no se han sentido con ganas de dar el salto a la disidencia, como sí han hecho los concejales Marta Higueras, José Manuel Calvo, Luis Cueto y Felipe Llamas. El problema, auguran, vendrá en el momento en el que se acerquen las elecciones y las encuestas auguren a Rita un batacazo sin precedentes. Será ahí cuando la «chupidictadura» de Maestre se vea en peligro y será ahí cuando las vergüenzas de Más Madrid saldrán a la luz. Al menos es la sensación interna.