Casado estrecha contacto con algunos ministros de Rajoy para esbozar su posible Gobierno

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, es optimista gracias a las encuestas electorales. Se ve en la Moncloa de aquí a un par de años, pero no sabe a quién dará los galones suficientes como para ser ministros de España. Desde luego, su equipo de fieles estará. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, o la diputada Cuca Gamarra casi seguro que tendrán un papel relevante en el hipotético Ejecutivo. Sin embargo, Casado está necesitado de «amigos» que sepan gestionar y que tengan el peso suficiente como para estar al frente de una cartera ministerial. El dirigente popular se ha puesto en contacto con más de uno y más de dos ministros de la época de Mariano Rajoy para intentar contar con su apoyo para formar un Gobierno que inspire algo más de confianza de la que la que inspira en las bases el «estéril» liderazgo del presidente popular. Ana Pastor es una de ellas, pero hay más nombres encima de la mesa que se barajan para volver al Consejo de Ministros.

Aún hay dudas que esclarecer. Entre ellas, si Vox dará el apoyo al PP y si exigirá asientos y ministerios para dar su apoyo a un Pablo Casado que con toda seguridad les necesitará para gobernar, tal y como se puede ver en las encuestas electorales hasta ahora publicadas (a excepción del famoso CIS de Tezanos). Pero las quinielas hablan bien del futuro político de Casado y éste ya se ha puesto manos a la obra. Teodoro tendrá un cargo de mucho peso, eso es lo que tienen claro desde Génova. Cuca Gamarra también. Pero lo cierto es que la mayoría del elenco que Casado llevará al Consejo de Ministros será del Gobierno de Rajoy. Ana Pastor, ahora diputada, será ministra de nuevo si Casado gana las elecciones generales y consigue la mayoría suficiente como para gobernar. Otras fuentes hablan de nuevo del exministro de Economía Luis de Guindos o de Íñigo de la Serna como posibles ministrables de Casado. Esto siempre que los aspirantes dejen hueco.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, se ha arrimado a Casado para precisamente conseguir un ministerio. El papel que ahora sigue Almeida es el mismo que en su momento representó el exministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón. Al también exalcalde de Madrid le vino bien, pero a Almeida aún no se sabe. Lo cierto es que Casado le está utilizando para cortar las alas a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y para fagocitar su estela política, pero aún no está claro que el presidente popular y el secretario general quieran contar con él como ministro. Pero de ser así, se espera que el alcalde recaería en un ministerio de Estado (o al menos es lo que cuentan desde el Ayuntamiento de Madrid).

Como Almeida, también hay otro que está a la espera de que le regalen alguna cartera. El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo tampoco descarta la posibilidad de bajarse a Madrid siempre que le den un ministerio. Las fuentes del PP gallego apuntan a que el presidente autonómico bajaría si Casado le ofrece algún ministerio de Estado como el de Interior o Defensa, pero no las tiene todas consigo dado que Casado ha cogido la matrícula al gallego por su intento y su pretensión de ser el candidato de Partido Popular a las generales.

Ana Pastor

En cualquier caso, y pese a los intentos cargados de ambición de estos políticos, Casado quiere conformar su Gobierno contando con miembros del Ejecutivo de Rajoy. Quien más galones tendría, según cuentan, sería Ana Pastor, a quien Casado le reserva desde una vicepresidencia a un ministerio de Estado importante. La confianza de Casado en esta diputada es enorme y de hecho es ella quien asesora al presidente popular para que elija a otros nombres del Ejecutivo de su predecesor en la presidencia del Partido Popular. Algunos hablan incluso de la posibilidad del regreso del eterno Cristóbal Montoro, pero esto suena con menos fuerza.

Lo que resulta evidente a ojos de muchos políticos en Génova es que Casado está aislado y no tiene el apoyo de todo el partido en bloque. Hay opiniones diferentes y sobretodo el secretario general no confía en que los que están a su alrededor no se revolverán en caso de que el presidente popular obtenga unos resultados insuficientes, algo que ya reflejan las encuestas electorales como una posibilidad y algo que hace temblar al «estéril» liderazgo de Casado, palabra empleada por muchos en el PP para describir la situación que rodea al candidato.

AYUSO Y LOS SUYOS, FUERA

Mientras que Casado conforma su hipotético Gobierno con nombres de Rajoy, no se plantea en absoluto dar un solo premio a quienes conforman la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso estaría fuera y en una jaula de oro como es la autonomía que preside, pero el PP quiere contener su efecto aislándola en Madrid. Hay consejeros que valen y que gozan del respeto de la plana popular, pero Casado no se plantea darle galones a ninguno de ellos. Ni siquiera en cargos intermedios en el Gobierno.

Casado sabe que si no suma, su reinado se tambaleará y que habrá más de un político que estará dispuesto a empujarle para que se aparte. El presidente popular no confía en su entorno y mucho menos en la Comunidad de Madrid, razón por la que ha azuzado a Almeida para que se enfrente con Ayuso por el PP de Madrid. Si se lo arrebata, Ayuso no tendrá tanta capacidad de liderazgo.