Un jurado popular ha declarado culpable de lesiones al hombre que propinó una paliza a su anciano padre en Torrent (Valencia), después de que su hijo de nueve años le dijera que abusaba de él. Fiscalía pedía hasta nueve años de años de prisión para el acusado por intento de asesinato mientras que la acusación particular, ejercida por los hermanos del acusado, reclamaba 22 años por asesinato.
El tribunal popular rechaza intención de matar, y que fuera un asesinato u homicidio, y considera que concurren en este caso las atenuantes que pedía la defensa, –que había solicitado tres meses de prisión y señalaba la muerte como consecuencia del cáncer que sufría–, entre ellas, arrebato y confesión, según han informado fuentes jurídicas.
La acusación particular entendía por su parte que sí hubo «un claro intento» de matar al anciano y que fue la paliza lo que precisamente provocó la desestabilización de la enfermedad de su padre y su muerte prematura. Además, mantenía que la agresión se cometió con ensañamiento, alevosía y abuso de superioridad.
La agresión se produjo el 2 de marzo de 2016 después de que el menor le contara al acusado que su abuelo, de 75 años, le sometía a tocamientos y otros actos de carácter sexual. La víctima fue trasladada al hospital, donde permaneció 41 ingresado en la UCI, 13 en planta y 68 días impedido, en total 122 días de curación. No obstante, falleció cuatro meses después de la agresión, el 5 de julio de 2016.
El acusado, en la primera sesión del juicio se mostró arrepentido de lo sucedido y se fue a su casa para reprocharle que era «un violador». El anciano se lo negó todo y él, según su declaración, le pegó «solo con las manos» y durante un tiempo que cree que fue poco. La víctima cayó hacia un lado, se golpeó con una silla y entonces dejó de golpearlo.
Tras la agresión volvió a su casa, cogió el DNI y fue a comisaría. Solo allí fue cuando se planteó lo que le podía haberle hecho a su padre una vez que se le empezó a «enfriar la mente». «Estaba muy nervioso», ha señalado y aseguró que, hasta ese momento, su padre era su «ídolo».
