El PSOE, el PP, UP y Bildu acusan de «ombliguismo» a Vox por presentarse como víctima del odio de Marlaska

El PSOE, Unidas Podemos y Bildu han criticado este lunes el «ombliguismo» de Vox por presentarse como víctima de una supuesta campaña «de odio» orquestada por el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, una crítica a la que se ha sumado el PP, que ha recordado a los de Santiago Abascal que sus dirigentes y militantes no son los únicos que sufren agresiones en España.

Los reproches a Vox han tenido lugar en el Comisión de Interior del Congreso, donde el vicepresidente cuarto de la Mesa del Congreso y diputado de Vox, Ignacio Gil Lázaro, ha defendido, según sus propias palabras, su «enésima» petición para que la Cámara repruebe al titular de Interior.

Como hizo su partido la semana pasada ante el Pleno, Gil Lázaro ha señalado a Grande Marlaska como «principal responsable» del «único discurso de odio generalizado» que, a su juicio, existe en España y que, ha denunciado, busca «criminalizar» a Vox y sus cuatro millones de votantes para «dejarlos fuera de la vida pública».

PARECE UN «CHISTE»

«Se abre el telón y aparece Vox hablando de delitos de odio, se cierra el telón ¿Cómo se llama la película?», ha dicho el portavoz del PSOE David Serrada para calificar de «chiste» que sea precisamente quien «insufla delitos de odio» quien se presenta como víctima de los mismos con una iniciativa de nada menos que «41 páginas».

Según ha explicado, en otras épocas, cuando atacaban sedes del PSOE e incluso tiroteaban a socialistas, su partido seguía «trabajando por la libertad y la convivencia y generando leyes para todos». «No hablábamos de nosotros mismos, hablábamos de España», ha espetado, achacando a Vox cierto «complejo»: «Ustedes no son el ombligo del mundo e importan más bien poco en la política española», ha rematado.

UN OMBLIGO «BASTANTE SUCIO»

Como «iniciativa ‘yo, mi, me, conmigo'», ha definido la proposición no de ley el diputado de En Comú Joan Mena. Tras confesar que el texto le produce «vergüenza ajena», ha acusado a sus autores de «inventarse» una supuesta campaña en su contra cuando son ellos los que «con sus palabras generan odio». «Miren ustedes más a los problemas de la ciudadanía y menos el ombligo porque lo tienen bastante sucio», ha remachado.

El portavoz de Interior de Bildu Jon Iñarritu ha puesto el énfasis en el «victimismo» de Vox y ha resaltado la paradoja de que se acaben presentando como víctimas quienes «ponen en el punto de mira a colectivos y minorías vulnerables».

Desde el PP, la presidenta de Nuevas Generaciones, Bea Fanjul, ha defendido una enmienda para que la proposición de Vox recogiera, entre otras cosas, la «repulsa» del Congreso «ante cualquier tipo de agresión por motivos ideológicos en todo el territorio nacional», una sugerencia que Gil Lázaro no ha aceptado.

Fanjul ha justificado su propuesta incidiendo en que no sólo los militantes de Vox son objeto de agresiones sino que también las sufren los del PP, sobre todo en Navarra y el País Vasco. Por eso ha pedido a Gil Lázaro que su partido deje de «mirarse el ombligo». «Todos debemos estar juntos en esto», ha dicho, apoyando eso sí, la reprobación y el cese de Marlaska.