Jurdan Martitegi, considerado como uno de los jefes militares de la organización terrorista ETA, se enfrenta desde este miércoles en la Audiencia Nacional a una petición de 10 años de cárcel por un delito de terrorismo tras calcinar un concesionario de vehículos Citroen en enero del año 2000.
En el escrito de acusación, la Fiscalía solicita además que Martitegi abone una indemnización de 415.489,75 euros en concepto de responsabilidad civil por el incendio que provocó daños en nueve vehículos y en la estructura del local en el que se alojaban. Está previsto que el juicio arranque a las 10.00 horas.
Según relata el Ministerio Fiscal, Martitegi se habría dirigido la noche del 27 de enero del año 2000 al concesionario Tabira Automoción –ubicado en un polígono industrial de Iurreta– acompañado de otras personas que no fueron identificadas. Así, y tras romper la puerta de entrada con una maza, derramaron líquido inflamable por los vehículos para después prenderle fuego.
La Fiscalía enmarca esta acción en la campaña que la banda terrorista realizaba contra los intereses de las empresas francesas en España. Todo ello, por la colaboración y ayuda que Francia prestaba en la lucha antiterrorista.
CONDENADO A 139 AÑOS POR UN ATENTADO CON COCHE BOMBA
Así, el fiscal propone imponer a Martitegi 10 años de prisión, y la inhabilitación absoluta por tiempo de 20 años así como el abono de costas por un delito de terrorismo.
Previamente, el considerado como jefe militar de ETA fue arrestado en abril de 2009 en Perpiñán, y condenado, en 2013, a 16 años de cárcel por la Justicia francesa. Posteriormente, la Audiencia Nacional le condenó, en 2014, a 139 años de prisión por el atentado con coche bomba contra el cuartel de Calahorra (La Rioja) el 21 de marzo de 2008, que causó ocho heridos, dos de ellos guardias civiles.
El pasado mes de marzo la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior autorizó su traslado de Soto del Real, en Madrid, a la prisión de Martutene, en San Sebastián.