La lava que ha alcanzado el mar en la isla de La Palma ha creado ya una «isla baja» de más de medio kilómetro de ancho, según ha explicado el vulcanólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Vicente Soler.
El investigador ha explicado a través de las redes sociales del CSIC que esta «isla baja» seguirá creciendo mientras la aportación de lava continúe, algo que de momento no se pone en duda ya que la actividad de ese salidero es «continuada».
Esta plataforma creada por la lava a su llegada al mar, recordó el CSIC, «genera nubes de gases en contacto con el agua», que pueden afectar a la salud, motivo por el que las autoridades han recomendado no acercarse a presenciar el fenómeno.
«La actividad continuada de este potente salidero representa –explicó además- la situación más favorable para que la colada no siga invandiendo nuevos terrenos» en la superficie de la isla.
Y culminó detallando que «si se abre otra boca» de donde saliera igualmente lava ella tendería a discurrir «sobre la anterior» pero «tendría que volver a encontrar su camino», lo que sería un peor escenario.