Los responsables de Santander y BBVA son «moderadamente optimistas» ante la crisis

El consejero delegado de Santander España y Responsable Regional de Europa, António Simões, y el director de España y Portugal de BBVA, Peio Belausteguigoitia, han coincidido en mostrarse «moderadamente optimistas» de cara a los próximos doce meses, en un contexto en el que todavía no se ha superado la crisis pero los datos de consumo y facturación están mostrando una buena evolución.

Así lo han señalado durante una mesa sobre los retos del negocio bancario en España en el marco del XXVIII Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte, Sociedad de Tasación y ABC celebrado este jueves en Madrid.

El consejero delegado de Santander España ha apuntado que las tres lecciones aprendidas de la crisis son la capacidad de reaccionar de la sociedad cuando tiene un objetivo común, la importancia de contar con una banca sólida y la relevancia de desarrollar un nuevo modelo de liderazgo en un contexto de cambio e incertidumbre.

Según ha puesto de manifiesto, la situación es mejor que hace un año, con una menor destrucción de empleo y una fuerte recuperación del consumo gracias al ahorro de las familias. «Parte de la sociedad española está sufriendo todavía, pero para otros la crisis es una oportunidad de crecimiento», ha señalado.

De cara a los próximos doce meses, Simões ve «el vaso medio lleno» y se ha mostrado «moderadamente optimista», con una reactivación del turismo internacional, una recuperación de niveles preCovid del PIB para España en el segundo semestre y fuertes crecimientos en hipotecas y consumo.

Por su parte, el director de BBVA en España ha coincidido en mostrarse «moderadamente optimista» ante la buen evolución de los datos de facturación y consumo, si bien la crisis no ha terminado y todavía hay retos que afrontar, también en el caso concreto del sector bancario.

Según Belausteguigoitiam el mercado bancario español es «muy maduro y muy competido» en términos de precios y las entidades deben hacer frente a la nueva realidad tecnológica y a los nuevos hábitos sociales y de consumo de los clientes, en un escenario en el que la tecnología permite que los bancos integren sus funcionalidades en plataformas de terceros para mejorar la experiencia a los clientes.

«En ese nuevo entorno, surgen nuevos espacios colaborativos donde la banca tiene que tener presencia y los partnerships de esos entornos colaborativos tienen que ser una palanca de crecimiento», ha apuntado.

También el directivo de Santander ha coincidido con el de BBVA en que el mercado bancario español y el europeo suponen un reto en la medida en que se enfrentan a tipos de interés negativos, un entorno regulatorio «bastante complejo» y la entrada de nuevos competidores.

En su opinión, la banca española debe mejorar la satisfacción de sus clientes, pues los índices que la miden son inferiores a los de otros países, y aprovechar su escala y capacidad global para conseguir un modelo de negocio más eficiente.

Según ha detallado, el equipo de Santander España está enfocado en el crecimiento sostenible de los ingresos, lo que requiere crecer en número de clientes. «Es complejo crecer en clientes y tener ese equilibrio entre ingresos y costes, porque tenemos que ser más eficientes, pero tengo total convicción de que vamos a hacerlo», ha asegurado Simões.

LAS OFICINAS SIGUEN SIENDO IMPORTANTES

En otro orden de cosas, ambos directivos se han referido a la aceleración de tendencias como la digitalización que ha supuesto la pandemia y al cambio de hábitos de los consumidores, que ha venido acompañado de una reducción de oficinas bancarias.

Según el responsable de Santander España, la banca está repensando su modelo de distribución para adaptarlo a los nuevos hábitos de los usuarios, aunque las oficinas «seguirán siendo clave para construir relaciones más humanas, cercanas y sólidas con los clientes». «Es un modelo híbrido que va a evolucionar mucho en los próximos meses y años», ha afirmado.

De su lado, el directivo de BBVA ha incidido en que España cuenta con un modelo bancario muy capilar, con muchas oficinas, muy distinto al de otros países de Europa.

«Probablemente ahora estamos convergiendo hacia ese modelo europeo y es cierto que eso suele ser objeto de debate, pero ese proceso ha venido paralelamente acompañado de una gran inversión en tecnología por parte de la industria. El rol de la oficina siempre va a ser importante allí donde haya asesoramiento y valor añadido, más allá de la consulta, el servicing o la contratación de determinados productos», ha reflexionado.