Piscinas DTP, empresa española de piscinas prefabricadas, ha incrementado un 60% la demanda de sus productos y un 40% su facturación entre enero y junio de 2021, lo que supone un importante crecimiento tras cerrar el año anterior, con un volumen de ventas de 5,6 millones de euros y una plantilla de 55 empleados, según ha informado la compañía.
Según la empresa, las ventas de piscinas prefabricadas suponen un récord dentro de los últimos diez años, con una demanda disparada por el cambio de hábitos y costumbres provocado por la crisis sanitaria. Esta tendencia general ha llevado a muchos a instalar una piscina en su vivienda o jardín, para mantener cierta distancia social y mayor seguridad frente al Covid-19.
Durante los meses de pandemia, la venta de piscinas portátiles en España aumentó un 350%, y los proyectos de instalación de Piscinas DTP se dispararon un 60% en 2020. Un crecimiento que, de acuerdo a la empresa, podría haber sido superior si no fuera por las limitaciones, retrasos e interrupciones en las cadenas de suministro mundiales, así como por la escasez de materias primas y mano de obra que afectó a las capacidades de fabricación e instalación.
En este mercado, España es el cuarto país del mundo y el segundo de Europa en cuanto al número de piscinas, con un total de 1,3 millones de unidades. Además, se prevé que crezca a un ritmo constante hasta 2026, según el último informe de Market Growth Report.
Estas buenas perspectivas animan a los principales proveedores del mercado a abordar los próximos meses. La directora de Marketing y Comunicación de Piscinas DTP, Mayte Nieto, ha señalado que la empresa atraviesa «el mejor momento de este mercado en muchos años».
«Se ha producido un cambio radical en la percepción de los clientes», ha apuntado Nieto antes de añadir que muchos buscan una residencia alejada de los grandes centros urbanos y, en este tipo de viviendas unifamiliares, «tiene mucho sentido instalar cualquiera de nuestros productos».
Para la responsable de Piscinas DTP, el mercado inició una recuperación escalonada en 2016, pero en el mes de abril de 2020, y coincidiendo con el inicio del confinamiento, se vivió «un claro punto de inflexión», que disparó la demanda de este tipo productos hasta situarse en los niveles actuales.