sábado, 14 diciembre 2024

Los Presupuestos se encallan por un nuevo choque entre Yolanda Díaz y Nadia Calviño

La guerra interna entre Unidas Podemos y el PSOE se ha recrudecido a cuenta de la jubilación. Las palabras del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones y la sugerencia de que habría que jubilarse a los 75 años ha sentado especialmente mal en las filas del partido de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Pero esta ha sido solo la punta del iceberg. Desde la formación morada aseguran que este es solo el principio y que el PSOE de la vicepresidenta económica Nadia Calviño no comulgará con Podemos en la mayoría de sus postulados. La jubilación es solo uno de esos escenarios. Los recortes para llegar al objetivo de déficit llegarán y Podemos ve muy difícil llegar a un nuevo punto en común si Escrivá y Calviño se hacen con el control de la política económica del PSOE.

El choque entre Yolanda y Nadia es una constante que se repite a lo largo y ancho del Ejecutivo. El problema es que el mensaje en materia de pensiones de Escrivá, que comparte completamente Calviño, no ha gustado en el seno de Podemos. Desde la formación morada auguran que no cederán ni un milímetro en estas cuestiones y han dejado entrever que las costuras de la coalición se han vuelto a romper. Calviño y Escrivá quieren hacer sostenible a nivel económico un país con el déficit por las nubes. Entretanto, Podemos considera que las pensiones y el importe de las mismas son intocables. El resumen es que las posturas entre ambas formaciones están más separadas que nunca y se han puesto en riesgo algunos puntos clave de los Presupuestos Generales del Estado, en trámites desde hace meses.

Además de la cuestión de la jubilación, hay otras cuestiones importantes que ponen en riesgo las costuras de la coalición. El tema de la política fiscal es otra de ellas. Podemos presiona, y mucho, para que se suban los tipos impositivos a las rentas más altas así como el impuesto de sociedades. El problema es que Calviño se niega a ello en estos momentos. La falta de acuerdo es un obstáculo que se puede salvar, según el PSOE. Pero desde la formación morada no lo ven tan claro. De hecho, las palabras de Escrivá han motivado a los dirigentes de la formación morada a criticar abiertamente al ministro, independientemente de que esté dentro del Ejecutivo o de que sea un compañero dentro del Consejo de Ministros.

Los Presupuestos están en juego. Pero no solo eso. Podemos sabe que el PSOE les necesitará en caso de que el presidente Pedro Sánchez tenga opciones de gobernar y hay un sentimiento de decepción importante dentro del partido porque consideran que no han hecho lo suficiente y que aún tienen el estigma de que no han cambiado prácticamente nada en el Gobierno. Desde Podemos (y más tras la salida del exvicepresidente Pablo Iglesias) quieren cambiar la percepción de su potencial electorado y quieren presionar al PSOE en cuestiones clave como la política fiscal o el acuerdo de las pensiones. Y en este punto se han encontrado de frente con Calviño y Escrivá, en quienes Sánchez ha puesto toda su confianza para negociar en materia económica.

Podemos, con Yolanda Díaz al frente como futura candidata, quiere dar un giro total a la política

Es una cuestión identitaria. Podemos, con Yolanda Díaz al frente como futura candidata, quiere dar un giro total a la política seguida hasta ahora. No porque no se hayan conseguido cosas, sino porque no han sido capaces de vender el mensaje a su electorado, tal y como deslizan las fuentes del partido. Ahora quieren demostrar que tienen la misma fuerza que partidos como ERC y que pueden apuntarse tantos políticos, ya sea en materia de pensiones o política fiscal, dos puntos donde Podemos considera que ha perdido.

Los Presupuestos, negociándose aún, están en riesgo porque Yolanda Díaz y los suyos se han plantado ante el PSOE moderado. No quieren que el Gobierno se baje los pantalones ante la UE y ante la necesidad de presentar ajustes fiscales de relevancia. El impuesto de sociedades ha sido un escollo que esta semana ha estancado todas las relaciones, pero ha habido más. El PSOE se resiste a penalizar a las grandes fortunas y a las grandes empresas porque consideran que puede repercutir negativamente en el empleo. Lo mismo ocurre con las expectativas de Podemos en referencia al salario mínimo interprofesional. El PSOE se contiene en manos de Calviño y Podemos acelera porque ven que su electorado les acusa de no haber hecho suficiente (por no hablar de que también les penaliza a nivel electoral).

Sobre qué quiere Podemos ya hay una línea a seguir. El equipo de Ione Belarra, secretaria general de la formación morada, ha pedido a los suyos que lancen un mensaje claro: si no se ha hecho más es porque Podemos no tiene representación parlamentaria suficiente. Un mensaje que ha replicado incluso Iglesias desde RAC1 y que comparten de forma compulsiva desde la formación morada. Ahora queda demostrar, como ha hecho ERC, que se puede condicionar al Gobierno en temas relevantes como la política fiscal o las pensiones. Y más cuando un ministro del peso de Escrivá ha deslizado que sería interesante jubilarse a los 75 años. Palabras que comparten desde el PP, algo que escama a Unidas Podemos.