El PP escenifica un cierre de filas «total» en torno a Casado al son de Imagine Dragons

La entrada de Pablo Casado en el auditorio del Palau de les Arts ha sido más propia de una estrella de rock que de un político. Todo estaba perfectamente preparado en este paso de la convención del Partido Popular por Valencia para que se escenificara un cierre de filas en torno al presidente del PP, Pablo Casado. Incluso la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha plegado velas y ha asegurado saber dónde está su sitio, que por supuesto no es otro que la capital de España. Sea como sea, la convención ha sido una forma de escenificar el cierre de filas en torno a un líder hasta ahora cuestionado para abordar las próximas elecciones aparentando no tener rencillas internas. El nombre de Pablo Casado ha estado en casa una de las comparecencias de los invitados. Y hablamos de más de 50. Todos, sin excepción, han recordado su fervor porque Casado se asiente en la Moncloa. Aunque los comentarios fuera del plano oficial sean diferentes.

Lo tenían todo preparado. Llama la atención que el equipo de Casado ha prescindido de la histórica melodía del PP para presentar una canción de Imagine Dragons que han reproducido de forma incansable durante las horas que ha estado activa la convención. Eso sí, cuando Casado pisó el escenario, la música subió el volumen a niveles exagerados para escenificar que el líder ya había llegado. Toda una declaración de intenciones que daba entrada a lo que sería un cierre de filas sin precedentes en torno a la hasta ahora cuestionada figura de Pablo Casado. Hecho esto, comenzaban las ponencias. Pero por mucho que en el escenario los comentarios quisieran arropar a Casado, lo cierto es que fuera del auditorio se respiraba tranquilidad por las palabras de una Isabel Díaz Ayuso que plegaba velas.

Ayuso dijo saber dónde estaba su sitio. Y pese a que los más veteranos saben que esas palabras eran de sentido común (a nadie se le ocurriría plantear un conflicto interno contra el presidente del partido a dos años de las elecciones y sin nada a lo que agarrarse para exigir la dimisión del líder del PP), lo cierto es que los fervorosos militantes, diputados y senadores populares respiraban tranquilos. Ya solo quedaba lo fácil. Una oleada de más de 50 ponencias en las que se arropaba a Casado sin fisuras. Tanto, que en algunos casos ni siquiera venía a cuento. ¿Por qué tiene que explicar el presidente del PP de Teruel la necesidad de que Casado lidere el país? Hasta en el Partido Popular de Lleida se preocupaban más por elogiar a Casado que por escenificar lo que daba título a la ponencia.

Sea como sea, Casado se sintió arropado. Hasta el punto de que su secretario general, Teodoro García Egea, se tomó la libertad de abandonar el auditorio en un par de ocasiones con la sensación de tenerlo todo absolutamente controlado. Otro de los dirigentes más solicitado por los militantes fue el diputado Antonio González Terol. Este último no tuvo problema en hacerse fotos con quien fuera y en atender las demandas de quienes buscaban acercarse a uno de los pesos pesados del partido. Ambos escoltaban a Casado en la primera fila del auditorio.

«¿Qué hace el presidente ahí?»

Los invitados también parecían estar escogidos con detalle. La salida de Teodoro fue más propia de un actor de Hollywood. El secretario general no podía dar más de dos pasos sin que los militantes, alcaldes o quien fuera le parara para hacerse una foto con él. Casado, por supuesto, se mantuvo estoicamente en el auditorio hasta prácticamente la hora de la cena. Pero ambos eran las estrellas del momento y parecían desprender una sensación de calma y tranquilidad que solo se vio tras las palabras de Ayuso. Hasta Casado se mezclaba con todos sus seguidores para hablar con quien fuera. Tanto, que en ocasiones sus asesores le perdían la pista. «¿Qué hace el presidente ahí?» se escuchaba en alguna ocasión entre los asesores de Casado.

La convención se cierra este domingo en la Plaza de Toros de Valencia. Los militantes están eufóricos, pero más quienes conocen cómo se desarrollará el evento. «Hay gente que se ha quedado fuera», aseguran. Ya no dan más acreditaciones y ya no pueden meter a más gente en una Plaza de Toros que se prevé abarrotada por todos los militantes que acudieron a la convención este sábado y que pretende junto a nuevas personalidades como el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, decirle a España que el PP está unido y con todas las expectativas posibles para hacerse con la Moncloa.

La convención estaba llena de dirigentes del PP, como era de esperar. También algunos históricos que bien podrían estar en un museo popular, como es el caso de el excandidato del PP a las elecciones de Andalucía Javier Arenas o el expresidente de la Generalitat Valenciana Alberto Fabra. También había jóvenes promesas, pero sobretodo estaban todos aquellos que pretendían cerrar filas en torno a Casado. La gran noticia fue que la única que podía aguar la fiesta dijo que no estaba ahí para ello. Incluso cuando la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre o el expresidente del Gobierno José María Aznar han deslizado su sintonía ideológica con Ayuso.

La Plaza de Toros de Valencia acogerá el cierre de la convención con gran expectación. Se espera que acudan todos y que se escenifique lo que bien se ha montado desde el minuto uno. A excepción del abuso de la canción de Imagine Dragons, el PP ha celebrado este evento con la única intención de cerrar filas. Y así ha quedado. Ya nadie cuestiona que Casado será el candidato a las elecciones generales de 2023. Las tormentas vendrán después. Pero de momento, calma.