La OMM pide invertir en gestión de recursos hídricos

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) pide a los países de todo el mundo que mejoren la eficacia de los servicios climáticos para el agua en todo el mundo y, en particular, que se invierta en gestión de recursos hídricos y en sistemas de alerta temprana en países menos adelantados, especialmente en Asia y África, así como en los pequeños estados insulares, porque más de 3.600 millones de personas no tienen un acceso adecuado al agua.

Así lo manifiesta la OMM en su ‘Informe sobre el estado de los servicios climáticos en 2021: Agua’ que refleja que los peligros relacionados con el agua, como las crecidas y las sequías, se han intensificado a causa del cambio climático y que prevé que el número de personas afectadas por el estrés hídrico se elevará «considerablemente», lo que verá exacerbado por el crecimiento de la población y la disminución de los recursos hídricos disponibles.

El nuevo informe en el que han participado diversos organismos, los sistemas de gestión, vigilancia, predicción y alerta temprana son fragmentados e inadecuados, y los esfuerzos desplegados a escala mundial en materia de financiación climática resultan insuficientes.

El documento insiste en la importancia de tomar «medidas urgentes» orientadas a mejorar la gestión cooperativa de recursos hídricos, adoptar políticas integradas sobre el agua y el clima, e incrementar las inversiones en este preciado bien que sustenta todos los objetivos en materia de desarrollo sostenible, adaptación al cambio climático y reducción de riesgos de desastre.

El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, ha explicado que el aumento de las temperaturas está generando cambios en las precipitaciones a nivel mundial y regional, lo que ha dado lugar a «variaciones en la distribución de las lluvias y las estaciones agrícolas, con importantes repercusiones en la seguridad alimentaria, así como en la salud y el bienestar de los seres humanos».

Asimismo, recomienda subsanar las deficiencias de capacidad en materia de recopilación de datos sobre las variables hidrológicas básicas que sustentan los servicios climáticos y los sistemas de alerta temprana y mejorar la interacción entre las partes interesadas a nivel nacional para diseñar y poner en funcionamiento los servicios climáticos conjuntamente con los usuarios de la información, a fin de brindar un mejor apoyo a la adaptación en el sector hídrico.

Del mismo modo, el informe revela la «necesidad apremiante» de optimizar el seguimiento y la evaluación de los beneficios socioeconómicos, lo que ayudará a exponer las mejores prácticas y de subsanar las deficiencias de datos para los servicios climáticos en el sector hídrico.

De los 65 miembros de la OMM, sobre todo los pequeños estados insulares no se dispone de datos de los miembros sobre los servicios climáticos para agua y solo el 19 por ciento de ellos proporcionó datos para este informe, por lo que la organización considera «insuficiente» a la hora de evaluar el estado de las capacidades de estos países y las necesidades en materia de servicios climáticos para el agua.

Entre las principales conclusiones, el documento detalla las tendencias en los depósitos de agua continental de los últimos 20 años. En ese periodo, según cita el informe, 3.600 millones de personas tuvieron acceso inadecuado al agua, como mínimo, un mes al año en 2018 y calcula que esta cifra superará los 5.000 millones de personas de aquí a 2050.

Además, en estas dos últimas décadas, los depósitos de agua continental, es decir la suma de todo el agua que se encuentra sobre la superficie terrestre y debajo de esta, incluida la humedad del suelo, la nieve y el hielo, se han reducido a un ritmo de 1 centímetro al año y destaca que las mayores pérdidas se están produciendo en la Antártida y en Groenlandia.

No obstante, muchos lugares con alta densidad de población en latitudes más bajas están registrando pérdidas considerables de agua en zonas que, tradicionalmente, han sido fuentes de abastecimiento de agua, lo que trae aparejadas importantes consecuencias para la seguridad hídrica.

Asimismo, el estudio de la OMM alerta de que esta situación se ve agravada por el hecho de que solo el 0,5 por ciento de los recursos hídricos del planeta es agua dulce disponible y aprovechable y de que en los últimos 20 años ha aumentado en un 134 por ciento la frecuencia de los peligros hidrológicos relacionados con las crecidas, respecto a las dos décadas anteriores.

La mayoría de las muertes y pérdidas económicas debidas a las crecidas se registraron en Asia, donde la OMM recomienda fortalecer los sistemas de aviso de crecidas fluviales de extremo a extremo.

En cuanto al número de sequías, concluye que aumentaron, tanto en número como en duración, un 29 por ciento durante el mismo periodo. La mayoría de las muertes relacionada con las sequías ocurrieron en África, lo que pone de relieve la necesidad de reforzar los sistemas de aviso de sequías de extremo a extremo en esa región.

Por último, entre sus recomendaciones, la OMM anima a los países a unirse a la Coalición para el Agua y el Clima, cuya voluntad es responder a la necesidad de lograr avances integrados en materia de políticas y promover soluciones prácticas óptimas.

Esta coalición brinda apoyo a los países de modo que mejoren la evaluación de los recursos hídricos, así como los servicios de predicción y proyección para el agua.