El PSOE avisa a Iberdrola: «Carmona no es bienvenido en el partido»

El PSOE está que arde. Todos los que han visto cómo el exdirigente socialista Antonio Miguel Carmona pretende fichar por Iberdrola coinciden en que la falta de integridad del que fue candidato del PSOE a las elecciones municipales de Madrid ha dañado el partido. El malestar en Ferraz es más que evidente. Pero lo que genera alguna carcajada que otra es el hecho de que lo que pretende Iberdrola es nada menos que contratar como vicepresidente a Carmona para que engrase la relación con el Gobierno. El que fue candidato del PSOE no goza de ningún respeto en el partido. Y más después de lo ocurrido. Pero los socialistas van más allá y han dejado claro que el fichaje de Carmona, ese con el que la energética busca aliviar la tensión con el partido en el Gobierno, es más un handicap que un punto a favor para tratar con el partido. Carmona es ahora persona non grata en el PSOE después de haber evidenciado una puerta giratoria de tal calibre.

Ya no es solo que la hemeroteca humille a Carmona. Hablamos de que en un momento en el que el precio mayorista de la luz se ha disparado un 200%, un dirigente en el que el PSOE ha depositado su confianza más de una vez ha traicionado la imagen del partido, además de su propia integridad. En el partido hay una rabia importante. Consideran que la forma en la que Carmona se ha «vendido» no se puede tolerar. Por supuesto, insisten en que el excandidato socialista a la alcaldía de Madrid no es bienvenido en el PSOE. Pero más insisten en que es «de risa» el que Iberdrola haya fichado como vicepresidente a Carmona solo para engrasar las relaciones de la compañía eléctrica con el Gobierno. «Si es el encargado de aliviar la tensión entre el partido e Iberdrola, no es el más adecuado», aseguran las fuentes. De hecho, los que no están en exceso enfadados, se toman con humor que Carmona se haya ido a Iberdrola vendiendo su capacidad para influir en el partido.

La energética cuenta con muchos expolíticos en su consejo de administración. Muchos. Los hay del Partido Popular y del PSOE. Pero el fichaje de Carmona ha llamado la atención dado el peso de los otros dirigentes que forman parte de la cúpula de la empresa energética. Hablamos de perfiles como Ángel Acebes, exministro del Interior y de Justicia con Aznar, Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura y Medio Ambiente entre 2016 y 2018 con Mariano Rajoy, y Fátima Báñez, exministra de Trabajo. Estos son solo algunos ejemplos (en este caso del PP). Ahora hay que sumar a un político más.

No es una cuestión solo de principios, que también. Es una cuestión de lealtad al partido. El salto de Carmona es humillante para el PSOE y la formación ha cerrado filas contra la decisión del antiguo candidato socialista. Desde el partido aseguran que Carmona directamente no es bienvenido. Algunos incluso advierten que no apostarían todo a que el socialista llegará a verse como vicepresidente de Iberdrola precisamente porque no es la persona adecuada para engrasar la relación entre el Gobierno y las empresas eléctricas.

Carmona no es bienvenido

Había algunos que no entendían por qué Carmona, un consagrado tertuliano de varios medios, se había puesto del lado de las eléctricas en casos tan polémicos como el presunto vaciado de pantanos por parte de la compañía eléctrica. “No es verdad que Iberdrola haya vaciado pantanos, entre otras razones porque no podría. Es decir, no puede vaciar un pantano porque no tiene competencias para ello. Esa noticia no es verdad, es un fake”, aseguró. Muchos no entendieron su defensa de Iberdrola, pero ahora estas palabras cobran mucho sentido.

El precio de la luz está disparado. Supera los 200 euros el megavatio hora y todo parece indicar que seguirá al alza durante un tiempo. Al tiempo, Iberdrola ha visto cómo el Gobierno se ha enfrentado con ellos por intentar abaratar una factura que está disparada. La eléctrica busca la manera de reencauzar la relación con el Ejecutivo y no tiene muy claro por dónde empezar. La impopularidad de estas empresas va al alza y en ese punto ha entrado Carmona: para convertirse en un nexo entre su antiguo partido y la empresa para la que ahora trabaja y cobra un salario absolutamente desorbitado.

«No tengo nada contra Iberdrola ni contra Carmona. Pero si se confirma la noticia de su fichaje, me parece un mal mensaje el que emiten ambos», ha asegurado Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE. Un sentir que comparten muchos socialistas pero que puertas hacia dentro las palabras que definen a Carmona son considerablemente más duras. Lo que tienen todos claro es que de fichar por Iberdrola definitivamente, Carmona no desempeñará bien su cargo dado que incluso la cúpula de Moncloa ha visto el fichaje como una humillación para las siglas que han dado de comer a Carmona.