Esposa del asesinado en Ciudad Real dice que el acusado les amenazó ya en 2017

La esposa de I.A.G.G., fallecido en el barrio de Los Rosales de Ciudad Real, ha declarado que el presunto asesino de su marido, F.P.S.H.A, les amenazó ya en 2017, año en el que el acusado volvía al barrio para quedarse, al decirles: «Ya soy mayor, os vais a enterar».

Así lo ha indicado M.F.C.P, durante la tercera sesión del juicio, que durará hasta el viernes, en la que el abogado del acusado ha pedido que su cliente no esté presente durante la testificación de su madre y su tía «por el nerviosismo de ambas al declarar».

El 29 de enero de 2020, día de los hechos, M.F.C.P. ha dicho llegaba a su casa con su marido después de hacer la compra. «Ya veníamos comentando que mi marido saldría al buzón porque esperábamos un paquete», ha relatado.

«Cuando dejé las bolsas, él salió y yo me quedé en casa, en ese momento yo llevaba audífonos que me los quitaba al entrar», ha dicho añadiendo que pasado un tiempo, su vecina Cristina, también testigo, la llamó para preguntarle dónde se encontraba.

En ese momento, la esposa del fallecido salió por la puerta de su casa cuando se topó con una agente de la Policía Nacional que le ordenó que se metiera en su domicilio y cerrara la puerta. Sobre el momento de la detención del acusado ha dicho que «incluso sin los audífonos», escuchó cómo el policía le decía: «Póngase las manos en la cabeza y tírese al suelo».

Así, ha dicho recordar que la policía le informó de que su marido estaba muy grave y cómo la médico que acudió al lugar de los hechos le dijo que dada la ubicación de la herida, parecía que habían ido a por él. «Cuando conseguí ver a mi marido fue en el tanatorio, dentro de la caja», ha añadido.

También ha declarado que el acusado les amenazaba con un bate e incluso con matar a su gato y ha relatado las constantes molestias que recibían cuando «ponía la radio a todo volumen».

La esposa del fallecido también ha dicho, refiriéndose al acusado, que desde que llegó al barrio, su vida cambió totalmente. «Antes de 2017 nuestra vida era totalmente normal», ha finalizado su testimonio.Durante el juicio también ha declarado la doctora que llegó al lugar de los hechos testificando que «no había posibilidades de que el fallecido saliera de esa parada» y que «la cantidad de sangre que había en el suelo era incompatible con la vida».

También han declarado los policías locales que estaban al corriente de las denuncias y quejas por ruidos del fallecido respecto a su vecino. El fallecido y su esposa habían hecho una obra en su dormitorio para insonorizarla puesto que, según han relatado M.F.C.P., los ruidos de la radio del acusado no dejaban dormir a su marido.

Una amiga de la familia del fallecido ha declarado que la madre del acusado la llamó llorando y que la dijo el día de los hechos: «Creo que mi hijo ha matado al vecino, acércate a casa».

Un relato que no coincide con el de la madre del acusado, quien ha declarado que su hijo la llamó para decirle que el fallecido «lo atacó por la espalda y que lo quería matar»

La Fiscalía pide 20 años de prisión para el acusado por un delito de asesinato, las dos acusaciones particulares solicitan, también por asesinato, entre 20 y 30 años de cárcel, mientras que la defensa pide la libre absolución de su cliente.