PSOE y PP quieren centrar la investigación del Congreso en el proceso de vacunación sin incidir en quienes se colaron

El PSOE y el PP no prevén incidir en que el Congreso investigue a las personas, entre ellas varios políticos de distinto signo, que se vacunaron contra el Covid saltándose el orden de prioridad establecido por las autoridades sanitarias, sino que lo que buscan es conocer todos los detalles de la estrategia de vacunación con el fin de aprender para futuras pandemias o crisis sanitarias.

Más País-Equo y Compromís registraron el pasado mes de febrero su solicitud para que el Congreso abriera una comisión de investigación para estudiar posibles irregularidades en la gestión de las vacunas contra el Covid, a raíz de saberse que diferentes políticos, cargos públicos y altos cargos de la Administración del Estado, en su mayoría del PSOE y del PP, habían recibido «indebidamente» la primera dosis de la vacuna.

Y fue un mes después cuando el Pleno de la Cámara Baja, con la única abstención de Vox y el PNV, acordó poner en marcha esta comisión de investigación, que se constituyó el pasado junio y que ha echado a andar este jueves –siete meses después de su aprobación– con la presentación de un plan de trabajo inicial por parte del PSOE.

Un plan que se ha dividido en tres bloques: inversión e investigación de vacunas y estrategia de compras anticipada; estrategia de vacunación frente al Covid; y desarrollo del proceso de vacunación y sus resultados.

Para Ciudadanos y Más País-Equo este plan es «demasiado difuso» e «inconcreto». Desde estas formaciones se han quejado de que el diseño de la investigación realizado por el PSOE no hay mención alguna a las posibles irregularidades que han podido cometer.

Ahora bien, los grupos parlamentarios tienen ahora de plazo hasta el próximo miércoles para hacer aportaciones a ese esquema inicial y para comenzar a pensar en el listado de comparecientes a los que les gustaría que el Congreso citara.

LOS COMPARECIENTES, A PARTIR DE NOVIEMBRE

Y es que, la comisión que preside el socialista Guillermo Meijón, tiene previsto aprobar el 18 o 19 de octubre el plan de trabajo final en una sesión en la que también está previsto que pongan en común los nombres de las personas que pretenden que desfilen por este órgano. Así las cosas, en principio no se prevé que llamen a nadie al menos hasta noviembre.

Teniendo en cuenta que el grueso de la población está ya vacunada, el PSOE subraya que esta comisión debe centrarse sobre todo en analizar el proceso de vacunación llevado adelante y aprender para otra ocasión. «Los casos puntuales no es lo más relevante», han defendido.

En la misma línea, desde el PP apuntan que la mayor parte de los políticos señalados por saltarse la cola de vacunación han dimitido y que esta comisión no debería servir para someterles a un «escarnio» público, sino para estudiar retrospectivamente lo que se hizo mal con el fin de que se puedan extraer lecciones de cara al futuro. «O sirve para sacar lecciones o, si no, no tiene ningún sentido», dijo recientemente el portavoz ‘popular’ de Sanidad, José Ignacio Echániz.

La iniciativa de Más País-Equo y Compromís que el Congreso aprobó en marzo fijaba como objetivos investigar la posible existencia de estructuras de tráfico de influencias que hayan posibilitado prácticas irregulares de vacunación, así como a sus beneficiarios y los fallos en el control del protocolo de quienes se vacunaron antes de que les tocara.

RESPONSABILIDADES POLÍTICAS

También hablaba de hacer pesquisas sobre las posibles irregularidades, falta de transparencia y cláusulas abusivas que hayan podido darse en relación con los contratos con las farmacéuticas, y las actuaciones relativas a estos hechos tanto por parte de la UE como de los Estados miembros por separado.

Más allá de las posibles responsabilidades legales y/o administrativas, la comisión nación con la intención de investigar los hechos para depurar las responsabilidades políticas que se pudieran derivar de estos comportamientos irregulares.

Además, el texto aprobado en su momento llamaba a esclarecer «fallos en la ejecución del plan de vacunación, con dosis echadas a perder, problemas con la distribución, fallos en la logística o falta de jeringuillas adecuadas para el máximo aprovechamiento».