Mediavilla pide «depurar todas las responsabilidades en las acciones de terrorismo de Estado»

El responsable institucional del PNV, Koldo Mediavilla, ha afirmado que sería «bueno para la regeneración democrática» que el Ejecutivo de Pedro Sánchez iniciara las investigaciones necesarias para «clarificar y, en su caso, depurar todas las responsabilidades en las acciones de terrorismo de Estado cometidas so pretexto de la lucha contra ETA».

En un artículo en el diario Deia, ha realizado esta reflexión sobre las últimas revelaciones publicadas sobre la «guerra sucia» y se ha preguntado por lo que tendría en su mente José Luis Corcuera cuando ejercía como ministro del Interior del Gobierno de Felipe González.

Mediavilla ha destacado que, según lo publicado por el diario Abc, esta pasada semana, el exministro «estuvo detrás de episodios de guerra sucia contra ETA como fueron los envíos de cartas-bomba a militantes de la izquierda abertzale». «Así lo aseguró en una amplia conversación, transcrita por los servicios de espionaje español, mantenida entre su sucesor en el cargo, Antoni Asunción, con el entonces director del Cesid, el general Emilio Alonso Manglano», ha añadido.

Según ha manifestado, los «pocos trapos sucios que han sido revelados atacan directamente a la gestión pasada del Partido Socialista». «Tal vez sea coincidencia o simplemente un mal presentimiento, pero las amenazadoras revelaciones de los documentos del exgeneral han acontecido paralelamente a otro hecho relevante en la crónica de escándalos; el desistimiento por parte de la Fiscalía anticorrupción de investigar las prácticas del rey emérito en relación a su fortuna. ¿Causa-efecto? O el chiste del dentista», ha agregado.

A su juicio, sería «bueno» para la regeneración democrática que el Gobierno de Pedro Sánchez iniciara las investigaciones necesarias «para clarificar y en su caso depurar todas las responsabilidades en las acciones de terrorismo de Estado cometidas so pretexto de la lucha contra ETA».

Además cree que sería igualmente deseable -ahora que va a entrar en las Cortes un proyecto de ley de Memoria Democrática- que se levantara el «velo de opacidad» amparado por la Ley de Secretos Oficiales y que «se supiera la verdad de tantos agujeros negros existentes en la historia reciente del Estado español».

«Desde atentados mortíferos nunca investigados como el cometido contra el bar Aldana de Alonsotegi o la detención, desaparición y muerte de Mikel Zabalza en Intxaurrondo. Según un informe elaborado por el Gobierno vasco, de las 74 acciones terroristas vinculadas a grupos parapoliciales y de extrema derecha que actuaron entre 1975 y 1990 en Euskadi, solo 17 culminaron, tras investigación, con sentencia firme de la Audiencia Nacional», ha apuntado.

Además, ha indicado que, «por pura coherencia», si se reclama de la izquierda abertzale «un reconocimiento expreso del injusto daño causado por el terrorismo de ETA, con mayor razón deberemos exigirlo de un gobierno democrático por la acción terrorista ejercida desde la propia estructura del Estado». A su juicio, se lo deben «a las víctimas» y a las «generaciones venideras con las que construir un futuro en paz y en respeto a los derechos humanos».

«Confiemos, de una vez por todas, que el Estado español elimine de su cabeza los piojos del GAL, de la Triple A, del Batallón Vasco Español, de GAE, Guerrilleros de Cristo Rey y de todos aquellos que parasitaron la democracia con una violencia intolerable y digna de la máxima condena», ha concluido.